En Colombia, el trabajo infantil sigue siendo un problema latente que afecta a muchos niños y adolescentes. Sin embargo, según el último informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en el último trimestre del año pasado se registró una tendencia bajista en la tasa de trabajo infantil en el país.
Gloria Camargo
De acuerdo con las cifras, de los 10,73 millones de menores de cinco a 17 años que hay en Colombia, 369.000 trabajaron en el último trimestre del año pasado. Esto representa una tasa de trabajo infantil nacional del 3,4%, lo que significa una caída de 1,4 puntos porcentuales frente al dato de 2021. Además, cerca de 139.000 menores salieron de esta condición el año pasado, lo que es una buena noticia.
Sin embargo, aún hay mucho por hacer, especialmente en los centros poblados y rural disperso, donde se registra la mayor incidencia de trabajo infantil, con 206.000 personas trabajando en estas áreas. Las ciudades con las mayores tasas de trabajo infantil fueron Popayán (2,7%), Cali (2,4%), Cúcuta (2,3%) y Bucaramanga (2,3%). En cambio, las cifras más bajas se registraron en Armenia (0,3%), Bogotá (0,6%), Neiva (0,5%) y Sincelejo (0,7%).
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En cuanto al género, los hombres presentan las mayores cifras de trabajo infantil, representando el 69,5% del total de menores que trabajaron en el último trimestre del año pasado, con una tasa de trabajo infantil del 4,7%, por encima del total nacional. En el caso de las mujeres, la tasa fue del 2,1%.
Por rangos de edad, la mayor concentración de niños, niñas y adolescentes que trabajan se presentó en el rango de 15 a 17 años, con un 70,1%, mientras que la población de cinco a 14 años fue del 29,9%.
El informe también indica que la principal razón por la que los menores trabajan es porque les gusta trabajar para tener su propio dinero, con un 37,1%. Le siguen las razones de tener que participar en la actividad económica de la familia, con un 33,3%, y la necesidad de ayudar con los gastos de la casa y costearse los estudios, con un 15,7%.
En cuanto a los sectores económicos, el de agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca concentró a 133.000 de los menores que trabajaron en el último trimestre del año pasado, siendo la de mayor participación. Le siguieron las actividades de comercio y reparación de vehículos (78.000), industrias manufactureras (49.000) y alojamiento y servicios de comida (45.000).
Es preocupante que la mayoría de los niños y adolescentes que trabajaron no recibían remuneración o ganancia (157.000), mientras que 73.000 recibían hasta un cuarto de salario mínimo, 69.000 entre un cuarto y medio salario mínimo y 70.000 más de medio salario mínimo.