Ante el auge que ha tenido la apertura de casinos en la ciudad de Neiva, Diario del Huila ahondó frente al impacto que genera esta industria para la economía del país y lo que puede implica a nivel social.
DIARIO DEL HUILA, NEIVA
Por: Angélica Tatiana Andrade Quimbaya
Partiendo de las estadísticas a nivel nacional que sugieren el rápido crecimiento que la industria de los juegos de azar viene alcanzando en el país que, para el año 2022 representó el 1,7 % del Producto Interno Bruto, PIB, se halla que la ciudad de Neiva no es la excepción a tal punto que periódicamente se puede notar la apertura de nuevos casinos o casas de entretenimiento, como también se les conoce.
No obstante, desde el punto de vista social y conductual hay estudios sólidos que demuestran las consecuencias en temas de salud que se pueden desenlazar tras la frecuente asistencia y participación en estos sitios de entretenimiento, pues la reiterada necesidad de apostar genera ludopatía o juego patológico, un trastorno al que la Organización Mundial de la Salud, OMS, define como una enfermedad caracterizada por la decisiva y repetitiva sensación de querer intervenir en apuestas y/o juegos de azar, pasando por encima de todos los deberes, compromisos, responsabilidades u obligaciones.
Diversión versus patología
Coloquialmente se opta por pensar en los casinos y juegos de azar como espacios de diversión en donde convergen quienes sienten la necesidad de salir de la rutina y, de paso, invertir para aumentar “significativamente” las ganancias. Por esta razón se hace relevante indagar sobre el impacto y secuelas que resultan de experimentar la emoción de salir victoriosos, pues las personas inician su adicción desde el momento en el que empieza a liberarse serotonina, la hormona encargada de las sensaciones relacionadas a la felicidad que, al elevar los niveles en los tejidos neuronales, produce la percepción de bienestar y satisfacción.
Al respecto, Diario del Huila conversó con el psicólogo Marco Antonio Biffi Ordóñez, especialista en procesos lecto escriturales, candidato a magíster en musicoterapia de la Universidad Nacional de Colombia, para aclarar temas asociados a las conductas de quienes frecuentan los casinos, encontrando que existen varios criterios de observación y evaluación que determinan si la asistencia a dichos espacios es por diversión o ya se ha convertido en algo más serio por lo que se tenga que consultar con profesionales de la salud.
“Uno de los criterios tiene que ver con la afectación de las funcionalidades en distintos ámbitos propios de esa persona que se vuelve crítica cuando empieza a preferir la asistencia a casinos en lugar de compartir con amigos, cambia el estado de ánimo, el comportamiento con la familia es hostil y demuestra signos de ansiedad. Otro indicador es el autocontrol de esos estímulos y es ahí cuando la persona ya no puede abstenerse de entrar al casino pese a haber dicho que no lo volvería a hacer o el día de la quincena se va con la mentalidad de multiplicar el dinero siguiendo el patrón adictivo”, explicó el doctor Marco Antonio, agregando que es ahí cuando la familia o integrantes del entorno cercano deben buscar ayuda profesional para evitar desenlaces infortunados en el hogar.
En cuanto al término de ludopatía, Biffi Ordóñez retomó la conceptualización desde la etimología latina que proviene de la palabra ludus: juego y patía, el sufijo de origen griego que se emplea para nombrar una enfermedad: “Desde un contexto patológico se puede relacionar a la dificultad de lograr autocontrol y la pérdida del interés por alcanzar otras formas de placer. Aunque la manifestación sea el juego, tiene las características de una adicción que lleva a la persona al aislamiento, a perder el interés en otras áreas de su vida, a descuidar su apariencia, su estatus y ahí ya se puede hablar desde el punto de vista patológico”, expuso Biffi.
En consecuencia, Biffi expresó que el diagnóstico surge de la observación directa con la que se identifican conductas que implican la utilización del juego como forma de salir de emociones no gestionadas y a problemas habituales que no se enfrentan, la empedernida obsesión por rescatar el recurso perdido en apuestas tras apuestas y la mitomanía que surge del intento por esconder la verdad de la situación que se sufre.
“Desde la parte clínica contamos con herramientas y pruebas más especializadas que nos puede llevar a sugerir que la persona está dentro de esos procesos emocionales relacionados con la ansiedad y que se están quizá materializando en el patrón repetitivo del juego que, sumado al testimonio de la familia, los amigos o las personas cercanas nos puede llevar a un diagnóstico de esta naturaleza”, enunció el experto.
Acerca del tratamiento, el doctor Marco Antonio esclareció que, desde la parte conductual hay distintas corrientes filosóficas que proponen el abordaje. Una de ellas es la terapia de aceptación y compromiso que consiste en conectar a la persona con lo que es más valioso para su vida:
“Posiblemente lo más importante para esta persona sea la familia, su trabajo, su parte económica o su estatus social que se ven afectadas por su tendencia al juego repetitivo, entonces al enganchar a la persona con sus valores y lo que más le importa, se pueden abrir unos repertorios de comportamientos más funcionales que le permitan enfocarse y así, a largo plazo, lograr el bienestar porque esas adicciones se caracterizan por este patrón repetitivo de conductas que llevan a un placer momentáneo pero que a mediano y largo plazo entorpecen el desarrollo integral de la persona. En todo caso, lo más importante es que la persona logre autocontrol y así tenga la fuerza para decir ´no´ en un momento de juego o hacer algo alternativo con su dinero en lugar de apostarlo”, dijo Biffi.
Finalmente, el psicólogo Marco Antonio habló de lo fuerte que puede llegar a ser la exigencia en el proceso terapéutico debido al profundo cambio de hábitos que lo convierten en un reto: “Todos los casos tienen particularidades y se deben analizar para establecer el tratamiento más adecuado para así evaluar su adherencia y hasta qué punto puede haber un cambio real en la conducta”, agregó Biffi.
Los síntomas
Cabe anotar que pese a mencionar las generalidades sobre los signos sugestivos de ludopatía, hay unas características específicas para identificar que la persona está iniciando a padecer la patología. Algunos de ellos son:
· Preferir el juego en lugar del trabajo.
· Perder el semestre por estar jugando.
· Gastar el dinero en el juego en lugar de pagar el semestre o el arriendo.
· Alejar a los amigos por considerar que le rechazan.
· Mentir sobre el gasto o inversión de un dinero que estaba destinado a algo específico.
Para concluir, Marco Antonio indicó que hay herramientas que ayudan a aliviar estas conductas y otros tipos de adicciones: “Desde la perspectiva del análisis de la conducta, lo más importante que la forma misma es qué función se está cumpliendo porque en las adicciones hay una regulación emocional en la que las personas antes de estas emociones que puede ser frustración, miedo, ansiedad, incertidumbre, va al casino y en ese momento logra disiparlas y así ocurre con el juego, con el celular, con las drogas o con el licor. En todos los casos lo primordial es aprender a lidiar con esas emociones, a observarlas y después permitir que se elimine volviéndola menos intensa”.
Testimonios
Para tener en cuenta la frecuencia y razones por las que algunas personas asisten a los casinos, Diario del Huila da a conocer el caso de uno de los entrevistados quien solicitó conservar su nombre:
“Soy uno de los afectados de la famosa ludopatía crónica donde formalmente las personas venden, empeñan, trampean, roban o matan con tal de jugar. Yo llevo 23 años jugando, empecé desde que tenía 17 años y me declaré en quiebra en grandes escalas, perdí mi hogar y mi estatus, yo era ´don José´ hasta que perdí todo porque preferí el juego, uno intenta cambiar, pero eso es difícil porque ya no tengo credibilidad, lo que recibo cada mes me lo gasto en cualquiera de estos casinos donde ya todos me conoce y, cuando no tengo plata también tengo la necesidad de venir así sea a mirar”.
A este se suma el testimonio de la señora Lucila quien no repara en decir su nombre para compartir que desde hace más de 40 años asiste al bingo porque se divierte y puede interactuar con otras personas: “Yo vengo al bingo con lo que me queda del mercado o en lugar de gastar en transporte prefiero caminar y ahorrarlo para poder venir a jugar. Vengo tres o cuatro veces por semana, a veces gano mucho y otras veces me voy con los bolsillos pelados pero lo importante es que uno se divierte y gana más de lo que puede invertir, entonces es una forma de divertirme y de pasar el rato”.
Otros casos
Uno de los casos que más ha llamado la atención es el de Santiago Camacho, quien pasó su adolescencia entre casas de apuestas y el póker online, cuyo testimonio fue publicado en BBC News Mundo, al que le dijo que un día llegó a ganar USD $14.000 en apuestas deportivas online y que luego de hora y media ya no tenía nada.
Este ejemplo que hace parte de los sucesos de los que se desconocen cifras exactas puesto que aparte de la satanización de la industria, desde la parte social se genera escozor o rechazo hacia quienes deciden apostar, aspectos fundamentales que imposibilitan un indicador global frente a la incidencia de adicción a los juegos de azar.
La industria
Ante los intentos por establecer contacto con empresarios del sector, uno de los inversionistas de una compañía dedicada a los juegos de azar con presencia en varias ciudades comentó de manera extraoficial que esta es una industria avalada por entes gubernamentales y que, se ha creado, se mantiene y continúa creciendo debido a que es un escenario que le ofrece a las personas momentos de esparcimiento: “Esta es una industria como cualquier otra, que le está aportando a la economía del país y desafortunadamente es satanizada por diferentes grupos, especialmente religiosos”, puntualizó.
Desde Coljuegos se ha mencionado que la industria de los juegos de azar pasa por un momento clave en la economía de Colombia, puesto que se analizaron cifras históricas toda vez que los casinos y bingos tradicionales produjeron 319.7 mil millones de pesos en el 2022, lo que equivale a un incremento del 33 % en comparación con el del 2021, proyectando que el 2023 será exitoso para los juegos online en Colombia y que el país se ha convertido en un referente para otras regiones de Latinoamérica en donde la regulación de los juegos de azar online no es clara y suficiente.
En consecuencia, el DANE prevé que la cantidad de jugadores o clientes es relevante teniendo en cuenta que dicha industria está superando otros sectores de amplia tradición como textiles, calzado, ropa o marroquinería.
Casinos online
Colombia cuenta actualmente con 16 operadores autorizados por el ente regulador de la industria, Coljuegos, sin embargo, es precisa la observación frente a revisar los comentarios y calificaciones de los sitios de apuestas virtuales ya que no todos son legales, lo que significa un riesgo a la hora de apostar, como también es imprescindible que el usuario, cliente, apostador o jugador pueda autocontrolar su deseo de ganar más que es lo que en últimas conduce a la ludopatía.
Por último, para determinar el impacto y auge que la industria ha logrado, se identificó que para el 2022 se reportó que las apuestas a través de juegos online generaron USD 5.441, que equivalen a 26 billones de pesos colombianos, cifra que deja en evidencia un aumento del 67 % a diferencia del año 2021.
En cuanto a la cantidad de jugadores en Colombia, se halló que hay 8.059.313 cuentas activas, según registros a diciembre de 2022, por lo cual los analistas prevén que las cifras continuarán aumentando este año debido a la oportunidad de apostar desde cualquier rincón del país, hora y dispositivo.