La sociedad huilense se encuentra muy optimista por el descenso en las cifras diarias de contagios por Covid que emite la Secretaría de Salud Departamental del Huila, que nos permite inferir que pronto vamos a tener la terminación en el corto plazo de esta tragedia sanitaria, que ha impactado negativamente el bienestar en las familias de esta región surcolombiana. Igualmente, a medida que avanza la jornada nacional de vacunación, la sociedad colombiana, encuentra la expectativa para lograr el cometido de irradiar este biológico a toda la población, con el fin de llegar a una inmunidad de rebaño.
Lo anterior, no significa que debemos bajar la guardia. Debemos seguir con más severidad, las recomendaciones de mantener los protocolos de bioseguridad. Así tendremos la posibilidad de tener una luz de esperanza al final del túnel, para que se termine definitivamente esta tragedia, que hemos padecido durante los últimos 12 meses.
El próximo fin de semana se inicia la Semana Santa y con ello se incrementa la circulación de pasajeros, para lo cual se hace un llamado al autocuidado. Manteniendo dichas medidas de bioseguridad, podemos asegurar que tendremos la posibilidad de terminar este duro y doloroso año de pandemia. De acuerdo con las autoridades sanitarias, queda demostrado que cuando mantenemos la disciplina social, durante los picos epidemiológicos más críticos, es la fórmula más acertada para evitar nuevas incubaciones de este virus mortal.
No podemos llegar a un tercer rebrote en el país, como el que se está presentando en algunos países europeos, que ha obligado a sus gobiernos a volver a decretar nuevos confinamientos. Es cierto que, durante la Semana Santa, se promueve la circulación masiva de pasajeros, existe un peligro latente de la confluencia de factores, que pueden incidir para que nuevamente el fantasma del coronavirus vuelva a ser un paisaje dentro de la cotidianidad de las ciudades.
Por este motivo, no podemos bajar la guardia. Aunque es loable que el gobierno promueva la reactivación de algunos sectores económicos, que todavía se encuentran semiparalizados, como el turismo, gastrobares, transporte público, entre otros, no sobra la advertencia que debemos acatar estrictamente los protocolos de bioseguridad con más severidad.
Recordemos que, en algunas ciudades del país, como Santa Marta, Barranquilla, y Montería, se empiezan a manifestar estos incrementos en las cifras de contagios y que empiezan a ejercer presión de nuevo en la utilización de las camas de las unidades de cuidados intensivos (UCI), en dichas localidades. Esta situación no puede volver a presentar en nuestro departamento. Hacemos un llamado de desde esta tribuna, al autocuidado. Estamos atravesando un momento complejo.
