Por: Luis Humberto Tovar Trujillo
Siendo consecuente con la columna de la semana anterior, sobre la mercadería que han montado en las ramas del poder público, desde hace bastante tiempo, donde no se puede identificar las tres ramas del poder, por existir, por la corrupción misma, un dañado y punible ayuntamiento entre ellas, que llevaron a la democracia, y al estado mismo, a dejar de existir.
Es el triunfo del narcoterrorismo, que ha sustituido al estado, por otro, que muchos identifican como un narcoestado, pero en términos mas cercanos a reconocer al estado dentro de una democracia, podemos decir, que el “estado ha dejado de existir”.
Nuevamente se vendieron los integrantes del partido conservador y el partido de la U, Efraín Cepeda y Dilian Francisca Toro (Medico) respectivamente, acaban de vender la salud de los colombianos. Si antes íbamos a vivir sabroso, ahora a morir sabroso.
Recordemos a los conservadores y el partido de la U para las próximas elecciones. Claro está que, como decía alguien, “el pueblo tiene los dirigentes que se merece”.
Esta es una secuencia interminable de dirigentes vende patria, que se enquistaron en la política, para sobrevivir del presupuesto y la corrupción, entregando el alma al mejor postor; la corrupción.
Esta historia viene del gobierno Santos, como para no alejarnos tanto; en épocas pretéritas, canjeaban los votos por puestos. Ahora por puestos y dinero; aumentaron las dosis por ser insaciables y alimentar la avaricia.
Por dinero y puestos, les importó una mierda, que es mucho decir, que la cobertura de atención a los colombianos por el actual sistema de salud, fuera del 99%, y de los mejores de Latinoamérica. Recordando a Gabo en su fallecimiento, podemos decir, con su expresión sepulturera a Colombia, “Colombia, pais de mierda” y sus dirigentes peor, “dirigentes de mierda”.
Que coincidencia perfecta que se conmemore el fallecimiento de este nobel, con el fallecimiento de la salud de los colombianos, para invocarlo en su sabia expresión literaria y actualizar la convicción de esa época a hoy, con esa desafortunada venta a mansalva y sobreseguro.
Por eso la invitación permanente para que en las próximas elecciones regionales, no se deben apoyar candidatos que respalden a este gobierno, y por sobretodo, avalados por los partidos, que en campaña, se rasgan las vestiduras en la lucha contra la corrupción; y son los primeros corruptos y vendepatria y a sus electores.
Verdadero asco produce todo esto; creer que se eligen a los mejores, cuando en la realidad, probadas excepciones, se eligen delincuentes avezados, que, por asistir por tanto tiempo al congreso, y en todas las corporaciones publicas y privadas, obtienen la patente de corso para delinquir y traicionar a sus electores.
Digan la verdad preelectoral; Voy a delinquir; no a defender los intereses de Colombia. A morir sabroso.
