El joven ciclista Julián Gil tiene esperanza en el ciclismo de Ituango. Aprendió a andar en bicicleta con una sola pierna y actualmente está trabajando para competir en los Juegos Paralímpicos de París. Y como lo expresa el destino es extraño a veces parece impredecible, como que nada en el futuro se puede prevenir o prevenir, como que vivimos la vida a ciegas y ninguna decisión tiene consecuencias finales.
Julián nació el 15 de diciembre de 1999 en Medellín, pero creció en el corregimiento de Singo el Chorrón, a tres horas de la ciudad de Ituango. Creció allí con sus padres Nelson Antonio y Alba Nellie, sus abuelos José Alejandro Parias y Ana María Mazo; Sus hermanos Yenni Alejandra, Nancy Johanna, Nelson, Francie, Leon Fernando y Christian Felipe.
Su familia se dedica a sembrar, trabajar en cultivos y ordeñar vacas, llevando una vida de granja tranquila y austera. De niño, Julián se quedó con su abuela Ana María porque sus padres tenían que trabajar hasta el atardecer.
Y aunque no le interesaba mucho el ciclismo desde 2014 siguió la carrera de su ídolo, Nairo Quintana. Sus pasatiempos eran el fútbol y el microfútbol, y admiraba a Nairo, pero nunca aprendió a andar en bicicleta. No podía creer que lo hice con una pierna. Parecía exitoso. “Desde el día que ocurrió el accidente, pensé que era un milagro y comencé a agradecer a Dios por haberme dado la pierna. Lo que digo le parece extraño a la gente, pero no entienden que mi vida ha cambiado para mejor. “Perder mi pierna me hizo una mejor persona, amo más a mis padres y hermanos y aprecio más la vida, pude seguir adelante.
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El entrenador de Yarumal, Dubián Pérez, le dijo alguna vez a su padre Jairo Calle que Julián tiene un gran talento y llegará lejos si sigue entrenando. Así comenzó la carrera ciclista de «Mocho», como cariñosamente lo llaman sus paisanos. Empezó a caminar tarde sin darse cuenta, pero ahora es uno de los atletas favoritos de Benjamín Laverde, entrenador de la Liga de Ciclismo de Antioquia, que dirige el proceso de paraciclismo.
Julián se propuso comprar su propia bicicleta para entrenar. Uno de sus amigos, el fotógrafo Juan Luis Londoño, colocó varios carteles pidiendo donaciones y la gente de Ituango respondió. Recaudaron una buena cantidad y Julián compró el material deportivo que necesitaba para andar en bicicleta.
La bicicleta se la regaló Abelardo Sucerchia y el joven empezó a entrenar a diario con touring drivers y alumnos en el vclub ciclístico de Antonio Jaramillo. Su primer gran desafío fue competir en la competencia nacional de 2021 donde destaco y gano títulos junto a una medalla de bronce.
Desde entonces, integra la selección de Antioquia junto a Benjamín Laverde, y la alcaldía de Ituango le financia los viáticos y materiales para que viaje a Medellín y otras ciudades.
Julián se convirtió en un proyecto de todos los ituanguinos, quienes viven pendientes de todos sus retos y de todos sus logros. El joven tiene como objetivo llegar a la selección Colombia y competir en unos Juegos Paralímpicos. También quiere ser licenciado en Educación Física, para vivir del deporte y ayudarles a otros jóvenes que, como él, han perdido alguna extremidad.
