Por: HAROLD SALAMANCA
El reciente cambio en el gabinete del presidente Petro ha generado incertidumbre en la gobernabilidad del país, sumado a la polarización política y a la crisis económica que se vive actualmente. El nombramiento de personas muy cercanas a su propio partido y la salida de la ministra de salud generan incertidumbre sobre las negociaciones y conversaciones con los otros partidos políticos incluso con los que hacen parte de la coalición de gobierno.
A pesar de ello, es necesario reconocer que la reforma a la salud es un tema conveniente y necesario en Colombia. Sin embargo, la misma debe ser discutida con análisis técnico y económico y no guiada por pasiones y rencores personales. El nuevo ministro de salud debe recomponer los canales de diálogo con todos los actores del sistema, para elaborar una reforma que lo fortalezca, lo haga sostenible y viable, y mejore el acceso a los servicios de salud de los colombianos.
El entrante ministro de transporte también tiene grandes desafíos, como solucionar la crisis de las aerolíneas de bajo costo y resolver la integración de Viva con Avianca. Esto es crucial para el sector aéreo y turístico del país, que ha sido gravemente afectado por esta eventualidad. El nuevo ministro de hacienda debe ejecutar acciones que generen confianza en el país, ratificar el compromiso del gobierno de mantener y respetar la regla fiscal, y tomar decisiones que no afecten la estabilidad macroeconómica. La desaceleración de los indicadores económicos y la inflación desbordada son una realidad que afecta inclementemente el bolsillo de todos.
En conclusión, el gobierno del cambio en Colombia enfrenta el gran desafío. Es hora que el presidente y su equipo muestren que están preparados y conocen el camino para enfrentar los verdaderos problemas del país. También deben demostrar que tienen la capacidad, el liderazgo y el interés genuino de convocar a todos los actores políticos y sociales para realizar un trabajo conjunto y colaborativo para buscar soluciones concertadas y efectivas a las demandas de la nación. El trámite de la reforma a la salud, la reforma laboral, la reforma pensional, la recuperación económica, la consolidación de la paz total y la estabilidad política son temas que no pueden esperar. Es hora que el legislativo y el ejecutivo actúen con total responsabilidad y piensen realmente en el bienestar y el futuro de los colombianos. Llegó la hora de la verdad para el gobierno del cambio.