POR: JORGE ELISEO CABRERA CAICEDO
El Consejo Gremial se pronunció duramente en referencia a las desafortunadas palabras amenazantes del Presidente Gustavo Petro, pronunciadas el 1 de Mayo desde el balcón de la Casa de Nariño, sobre una revolución si las reformas propuestas son ¨coartadas¨, e invitó a defenderlas en las calles.
Le recordó el Consejo Gremial al Presidente Petro, como jefe de Estado, a que cumpla con la obligación constitucional de simbolizar la unidad nacional y a respetar el equilibrio de los poderes públicos, así como su deber de garantizar el orden público, económico y social. Rechazó igualmente los actos de violencia como vías de hecho, los continuos asesinatos a la fuerza pública, a los trabajadores y a todos los ciudadanos.
Destacó sí el papel fundamental del sector empresarial del país, no solamente pagando impuestos, si no apoyando el crecimiento económico y social, a la competitividad y productividad de las regiones, generando empleo formal y dando bienestar a la población de menores ingresos de Colombia.
Reiteró al gobierno nacional la petición de “Construir sobre lo construido”. Recuerdo ahora las palabras que le escuché al ex Presidente Misael Pastrana Borrero: ¨Colombia es un país joven y por construir, no por destruir¨. No entendemos la política oficial de benevolencia y de apología a los integrantes de la “Primera línea”, autores de innumerables crímenes durante el paro nacional que tanto daño le causó al país.
Los miembros del congreso pertenecientes al conservatismo, la U, Liberalismo, y aún del Santismo, deberán entender que la ideología del progresismo, del populismo, de los Foros de Sao Pablo y de Puebla, no admite ninguna contradicción democrática, ni la división de poderes.
¿En qué quedaron la concertación, el diálogo y la unidad nacional?
¿Será solamente con los grupos criminales?
¿Solamente imposiciones? ¡POBRE PAÍS!
