Por: Carlos Yepes A.
Resulta fundamental entender lo que sucede a nivel geopolítico como una explicación y una contribución a la construcción de una nueva realidad enmarcada por la postpandemia y la disputa global entre dos bloques de países, de un lado los liderados por Estados Unidos y de otro lado por China. La geopolítica, sus alcances y efectos, cada vez mas cerca de nosotros, los hemos planteado en varios escenarios, nos afecta y nos obliga a tratar de anticiparnos a sus implicaciones para empezar desde la región a tejer nuevas realidades que nos alejen de seguir reproduciendo este mar de desigualdades que marcan al Huila como un departamento, sin participación destacada en el contexto nacional, a pesar de ser inmensamente ricos.
La geopolítica y la consecuente interacción de estos dos fuertes bloques de países, nos muestra una nueva realidad en cuanto a la disputa casi que desapercibida por nosotros entre el dolar y el yuan como monedas referentes en las transacciones internacionales. Recordemos que desde el acuerdo de Bretton Woods en 1944 la moneda estadounidense se pactó como la de uso en lo referente al comercio internacional, sin embargo, durante la última década Pekin se ha mostrado con intenciones de lograr una mayor presencia del yuan en América Latina, la conformación del grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) los ha venido convirtiendo en socios claves en la región en temas de financiamiento de proyectos de todo tipo.
Por ejemplo, en 2015 China firmó acuerdos de intercambio de inversiones y divisas con Chile y anunciaron para entonces la apertura del primer banco de compensación en yuanes en Latinoamérica, para ese mismo año hicieron lo propio en Argentina. El propósito de China a través de esas instituciones no es otro que el de intentar que su moneda pase a ser convertible y sea más usada, las instituciones conocidas como “clearing houses” facilitan las transacciones internacionales entre las monedas locales y el yuan, de esta manera no hay necesidad de pasar o intermediar con el dolar como se hace usualmente, han logrado importantes acuerdos de compensación en yuanes por ejemplo con Brasil su mayor socio comercial en Latinoamérica anunciaron la apertura de otra muy estratégica por cierto, si tenemos en cuenta que para 2022 alcanzaron un intercambio bilateral de US$150.000 millones, esta nueva clearing house esta ubicada en Sao Pablo y es operada por el Banco Industrial y Comercial de China peso pesado en las finanzas lo que garantiza a las empresas brasileñas convertir de manera inmediata a reales los negocios transados en yuanes acudiendo a un mecanismo compensatorio sin necesidad convertir en dólares previamente.
De la igual manera Argentina y Bolivia van en el mismo sentido, el pasado mes de abril se anunció por el país gaucho un acuerdo para dejar de pagar las importaciones provenientes de China en dólares y comenzar a hacerlo directamente en yuanes. Bolivia que ha visto mermada sus reservas internacionales ante la escasez de dólares, ha optado por el uso de yuanes en transacciones de comercio exterior en principio con Argentina y Brasil; esto puede, después de que dos grandes de la economía de la región ya están tranzando en yuanes, marcar una nueva tendencia de la región como lo es empezar el abandono del dolar como moneda de referencia.
Tarde o temprano Colombia entrará en esta tendencia y muy seguramente veremos en nuestras casas de cambio locales mayor disponibilidad de yuanes en respuesta de una estrategia de globalización de este bloque de países liderados por China y apalancada por las dos más grandes economías de la región suramericana.
