Más de 400 hogares en el ‘Pesebre del Huila’ están siendo beneficiarios del Mínimo Vital para garantizar el derecho del acceso al agua en el casco urbano. Sumado a ello, según la Administración Municipal se avanza en la generación de cultura ciudadana para un apropiado reciclaje.
Diario del Huila, Huila
Por: Gloria Camargo
En el municipio conocido como el «Pesebre del Huila», un total de 460 hogares actualmente son beneficiados del programa del Mínimo Vital. Este programa, que garantiza un descuento significativo en la factura de agua potable, ha sido implementado por la administración local para brindar apoyo a la población más vulnerable.
Juan Carlos Ruales, alcalde de Oporapa, destacó la importancia de esta estrategia en la garantía de los derechos básicos de la población.
«El Mínimo Vital le está garantizando a la población más vulnerable el derecho al agua potable y el cumplimiento de un compromiso social por parte del municipio», afirmó Ruales. Asimismo, resaltó que esta iniciativa contribuye a mantener la calidad del agua y, en última instancia, beneficia la salud de todos los oporapenses en el área urbana.
El mandatario local enfatizó los múltiples beneficios del programa, que se destaca como pionero a nivel departamental. Entre ellos, mencionó que el Mínimo Vital garantiza el acceso al agua potable y saneamiento básico como derechos fundamentales para los más vulnerables.
Además, asegura una reducción significativa en la factura de los hogares con menor capacidad de pago, salvaguardando así el derecho fundamental al agua potable.
Ruales también destacó que este programa garantiza que los derechos fundamentales no estén sujetos a intereses políticos, subrayando que el acceso al agua potable y alcantarillado se asegura hasta cinco metros cúbicos para todos los habitantes del municipio.
La Corte Constitucional ha respaldado la importancia del Mínimo Vital, considerándolo un derecho fundamental y cualitativo. Esto implica que cada persona debe vivir de acuerdo con su estatus adquirido a lo largo de su vida, pero no significa que cualquier variación en los ingresos implique una vulneración de este derecho.
Con el apoyo del programa del Mínimo Vital, los habitantes de Oporaba que antes pagaban hasta 35.000 pesos en su recibo de agua han experimentado una reducción significativa en sus facturas. En sus últimas cuentas, solo han tenido que pagar entre 8.000 y 9.000 pesos, aliviando considerablemente su carga económica.
El alcalde Ruales lamentó el hecho de que la politiquería se haya aprovechado de las condiciones básicas de vida para obtener beneficios personales.
«La politiquería ha vendido como un producto algo que debería ser una obligación pública: servicios básicos dignos», afirmó Ruales, destacando la importancia de mantener los servicios básicos como derechos inalienables para todos los ciudadanos.
Impacto ambiental
Así mismo, en dicho municipio se lleva una particular manera de incentivar a la población al cuidado del medio ambiente a través de estrategias de reciclaje.
Ruales señaló que “le hemos exigido a todos los usuarios del casco urbano y también de la zona rural para que separen la fuente. Le hemos exigido y estamos haciendo una campaña intensa en cada uno de los hogares para que la basura que estamos depositando en Biorgánicos sean residuos que vienen ya separados desde sus hogares”, dijo.
A su vez, añadió que “este proceso para Oporapa ha logrado que el municipio se proyecte como un ente local que lidera en el sur del departamento con responsabilidad dicha separación, lo que también le permite al municipio ahorrar recursos en la disposición final de los residuos sólidos y crear conciencia de la protección del medio ambiente”.
Un proceso que no ha sido sencillo, pues según el mandatario, el Municipio ha tenido que ponerse ‘firme’ frente a quienes no hacen el proceso de separación.
“En el municipio de Oporapa no se recoge la basura de aquellos que no la separan. Se deja en las puertas de la casa. Esto al principio generó mucha incomodidad en las familias que no separaban los residuos, pero al final, a la mala manera o a las buenas, terminamos aprendiendo a separar”, estableció.
Finalmente indicó que con los desechos reciclables se ha generado un emprendimiento, el cual tiene lugar en la vereda La Lajita, donde a partir de los residuos orgánicos se está llevando a cabo la producción de abono orgánico.
¿Cómo están haciendo la separación?
En busca de una gestión de residuos más eficiente y sostenible, el municipio de Oporapa ha implementado el proceso de separación en la fuente, una estrategia que consiste en seleccionar y almacenar los diferentes residuos sólidos en su lugar de origen, facilitando así su posterior manejo y aprovechamiento.
En este sentido, el municipio ha establecido tres categorías para llevar a cabo este proceso: aprovechables o reciclables, no aprovechables y orgánicos. Los residuos aprovechables son aquellos que, debido a sus características, pueden reutilizarse a través de un proceso industrial o casero de reciclaje. Esta categoría incluye materiales como papel, cartón, vidrio, plástico, tetrapack y metal. Al separar estos materiales, se contribuye a reducir la demanda de recursos naturales y a disminuir la cantidad de residuos que terminan en los vertederos.
Por otro lado, los residuos no aprovechables son aquellos que no ofrecen posibilidad de aprovechamiento en un proceso de reciclaje o reincorporación en un proceso productivo. Ejemplos de estos residuos son el icopor, los pañales, las toallas higiénicas, los protectores diarios, los papeles con recubrimientos plásticos o metalizados, las cerámicas y las envolturas de las papas fritas. Si bien estos materiales no pueden reciclarse, es importante gestionarlos de manera adecuada para minimizar su impacto ambiental.
Finalmente, los residuos orgánicos son aquellos que se descomponen naturalmente y de forma rápida por acción biológica. Esta categoría incluye los restos de alimentos, los restos vegetales de la poda y jardinería, los restos de la carpintería y el excremento de las mascotas. Estos residuos pueden ser compostados o utilizados en la producción de abono orgánico, lo que contribuye a cerrar el ciclo de nutrientes y reduce la cantidad de residuos que llegan a los rellenos sanitarios.
Para facilitar la separación en la fuente, el municipio de Oporapa ha implementado la utilización de recipientes o bolsas de colores específicos. El color azul se utiliza para los residuos aprovechables, el color gris para los residuos no reciclables y el color verde para los residuos orgánicos. Esta clasificación por colores ayuda a los ciudadanos a identificar fácilmente el tipo de residuo y depositarlo en el contenedor correspondiente.
No obstante, es importante recalcar que más allá de la clasificación de colores, lo fundamental es llevar a cabo este proceso de separación en la fuente y realizar una adecuada clasificación de los residuos. El compromiso de los ciudadanos y las autoridades locales en este aspecto es fundamental para lograr una gestión de residuos efectiva y promover prácticas sostenibles que contribuyan a la conservación del medio ambiente.
En conclusión, la implementación de la separación en la fuente en el municipio de Oporapa representa un paso importante hacia una gestión de residuos más eficiente y sostenible. A través de la clasificación de residuos en categorías como aprovechables o reciclables, no aprovechables.