Por: Germán Casagua
En nuestro País históricamente todo lo que suene a “tributo” genera preocupación, la avalancha de impuestos que hemos tenido que soportar los colombianos no es cualquier cosa. Es necesario mencionar que el tributo es una de las formas en las que se apalanca el Estado para poder sacar adelante un sinnúmero de proyectos que -hipotéticamente hablando- deberían beneficiarnos a todos; no obstante, y como lo mencioné en mi más reciente columna, la falta de planeación y la corrupción aportan a ese temor generalizado de aportar de manera colectiva al desarrollo local y regional.
Viene haciendo carrera desde hace mucho la idea o propuesta de, que quienes más ganen son los que deberían tributar en mayor proporción, frente a los que tengan menos ingresos y si lo analizamos desde conceptos como “la justicia económica o la injusticia del capitalismo”, quizás esas propuestas nos aporten el sentido de la proporcionalidad. Sin embargo, la pandemia hizo un “reseteo” en ese grupo que llamo de menos ingresos. Muchas empresas y empresarios quebraron durante la pandemia y con el dolor del alma tuvieron que cerrar negocios que les costó mucho ver crecer, es en ese sentido en el que se debe aplicar esa “justicia tributaria” si me permiten llamarlo de esa manera.
Avalo y apoyo (como ciudadano y concejal) la idea de la Administración Municipal sobre la actualización del estatuto tributario, sin embargo, no puedo estar de acuerdo ni compartir el proyecto presentado en donde se incrementan, específicamente, el impuesto de industria y comercio en el sistema preferencial a algunas actividades comerciales. Para ser más específico, de ser aprobada la actualización del mencionado estatuto tributario sin el estudio y compromiso que debemos tener los concejales frente a estos temas tan técnicos, empresas como cafeterías, restaurantes, peluquerías, hoteles, talleres de mecánica entre otros, se verían afectadas por este incremento. Pregunto: Si según datos de la misma Administración y la Cámara de Comercio del Huila, la economía del municipio de Neiva, está basada principalmente en el sector comercio y servicios y fueron ellos precisamente los que más se vieron afectados ¿es coherente incrementar el impuesto de industria y comercio? Desde mi punto de vista no se debe hacer ningún aumento que termine de maltratar la ya golpeada economía de este sector. Otra perla, como se dice popularmente, es que si un comerciante requiere de un certificado de uso de suelo, que hoy es 100% gratuito, con esta actualización, deberá pagar cerca de $45.000 pesos, cuando lo que tenemos es que incentivar es la creación de nuevas empresas, no ahuyentarlas; y ni que decir de la descabellada idea de aumentar en un 200% el valor del impuesto predial a ciudadanos y familias que se encuentran en los estratos 1 y 2, de nuevo se pretende golpear con esto, a los más necesitados ¿será que los profesionales que proyectan estas propuestas carecen de empatía y solidaridad?
Termino haciendo un llamado a la sensatez, como lo dije al inicio de mi columna y desde el momento (del año pasado) en que se presentó el proyecto de acurdo por parte de la Administración, cuando se habla de modificación al estatuto tributario son más las preocupaciones que las esperanzas que genera y sí, el Municipio y su Alcalde necesita sacar adelante muchas iniciativas y proyectos pero no se puede “vender” el desarrollo a costillas de los más necesitados y más golpeados. De eso tan bueno, no dan tanto.
