Uno de los fenómenos climáticos, conocido como el Fenómeno de El Niño está próximo a llegar a varios lugares del mundo y afectará a los patrones climáticos. La Nasa detectó algunas de las señales de la condición climática por medio de ondas Kelvin, las cuales aparecen en la superficie del océano y que esta vez poseen aproximadamente de cinco a 10 centímetros de altura y muchos kilómetros de ancho. A su vez, estas ondas se están expandiendo de oeste a este a lo largo de la línea ecuatorial hacia el oeste de la costa de Suramérica. Cuando esto ocurre, el agua del océano se torna cálida lo que trae consigo altos niveles en el mar y desencadena éste, según la Nasa.
Después de haber soportado una alta oleada invernal desde el año anterior, ahora se inicia un periodo de altas temperaturas. Algunos informes emanados de la comunidad científica han concluido que la capa de ozono, cuyo agotamiento produjo una movilización global hace 30 años para rescatarla, se está recuperando y podría volver a su volumen normal en las próximas décadas. Pero desafortunadamente, las transformaciones climáticas son generados por causas naturales. La ola de calor que se ha iniciado en algunas regiones del país ha alertado a toda la sociedad colombiana. Se ha iniciado el fenómeno el niño, que es provocado por los procesos de enfriamiento de las aguas de los océanos que rodean el continente americano, y, por ende, el territorio colombiano no se sustrae de estos cambios climáticos. Cada temporada de sequías vuelve a recordarle al país el desafío enorme que tiene por delante en materia de adaptación al cambio climático y mitigación de sus consecuencias.
La problemática no es menor: Colombia se encuentra entre los países que con más rigor están sintiendo los efectos de que la temperatura promedio del planeta ya haya aumentado 0,76 grados. Hacia el futuro, el panorama es preocupante. Hoy es cada vez más difícil que este aumento se detenga en el corto o mediano plazo, como sería el ideal, en los 1,5 grados. Esto quiere decir que los fenómenos extremos como son los periodos de sequías prolongadas seguidos de otros de lluvias intensas, que ya vivimos, serán la constante de aquí en adelante para el planeta, realidad ante la cual nuestro país, reiteramos, por su ubicación geográfica, se muestra particularmente vulnerable. Por eso hay quienes apuntan a que la clave está en la innovación y en el fortalecimiento de la cultura ambiental. Aumentar la investigación en energías alternativas, como primer paso, y hacer que las que ya existen sean lo suficientemente baratas como para que un país en desarrollo las vea atractivas y funcionales. En el contexto del cambio climático, se prevé que fenómenos regulares del clima como el del Niño sean mucho más frecuentes e intensos.