Por: Adonis Tupac Ramírez
Nuevamente iniciamos una época pre-electoral con múltiples candidatos para alcaldías, gobernaciones, concejos y asambleas de todos los municipios y departamentos del país. El pasado fin de semana se conocieron encuestas de las preferencias para alcaldía de Neiva y gobernación del Huila con pocas sorpresas de los resultados, con muchas caras conocidas por los cargos que han ocupado.
Para la alcaldía hay diferentes opciones de distintas vertientes políticas y orígenes, algunos con experiencia en cargos públicos o en la empresa privada.
No voten por los que prometen nuevas vías, más empleo (cuotas burocráticas), kilómetros de ciclovía ( en esas yo caí en una elección anterior y no cumplieron ni el 10%); nuevos estadios, nuevos hospitales, nuevos colegios, nuevas universidades, porque esas son las promesas que siempre incumplen. La realidad de Neiva es compleja, con gran endeudamiento, aumento de cargos a costillas de la administración municipal y con pocos ingresos.
Se requiere de un candidato o candidata que quiera trabajar de forma ardua gestionando recursos, estimulando la creación de emprendimientos y empresas, que trabaje con la empresa privada, que genere confianza en la gente y que se olvide que la alcaldía es para pagar favores políticos, deudas de campaña o despilfarrar dinero.
En las promesas que personalmente creería de un candidato o candidata actualmente:
– Trabajar de forma desinteresada, pensando en el bienestar público y no personal.
– Crear un equipo de trabajo con personas capaces, formadas , con experiencia y sin antecedentes dudosos.
– Capacidad para construir desde el disenso, cohesionando las distintas vertientes políticas , sin sectarismos ni favoritismos.
– No caer en el «todo vale» para lograr el objetivo de ser elegidos.
El compromiso también es del elector, evaluando las hojas de vida, el desempeño en los diferentes cargos que han ocupado, si tienen padrinos políticos que los comprometan en las decisiones y como han gestionado los recursos que han manejado.
Neiva no necesita solamente de un alcalde sino de un gran equipo de trabajo con el compromiso de todos los ciudadanos y ciudadanas para recuperarla; urge que sintamos nuestra ciudad ( cultura ciudadana, limpieza, respeto por las reglas de convivencia, entre otros aspectos) y que realmente nos duela para buscar un remedio definitivo y no simplemente paliativo.