Gloria Camargo
Es de conocimiento público que los padres tienen responsabilidades legales con sus hijos, y en caso de no cumplirlas, pueden enfrentar una demanda por alimentos. Sin embargo, lo que no todos saben es que estas responsabilidades legales entre padres e hijos son recíprocas ante la justicia.
De acuerdo con el artículo 251 del Código Civil, los hijos también tienen la obligación de responder por sus padres en su vejez. Aunque la emancipación les otorgue el derecho de actuar de manera independiente, siguen estando obligados a cuidar de sus padres en su ancianidad, estado de demencia y en todas las circunstancias en las que necesiten su ayuda.
La ley colombiana es clara al respecto y penaliza de manera contundente comportamientos como el abandono de los padres en su vejez. Esto significa que los hijos que no asuman su responsabilidad de cuidar y velar por sus padres pueden enfrentar consecuencias legales similares a las de los padres irresponsables.
En caso de que un padre decida demandar a su hijo por concepto de alimentos, el proceso legal se desarrolla en los juzgados de familia. En primer lugar, se intenta llegar a una conciliación entre las partes. Si esta no es posible, se procede con la demanda, en la cual se priorizan los derechos del adulto mayor por ser una persona vulnerable.
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Según el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), para conciliar la cuota alimentaria a favor de un adulto mayor, se debe acudir a la Comisaría de Familia más cercana al lugar de residencia del adulto mayor necesitado.
Es fundamental comprender que la responsabilidad de cuidar y apoyar a los padres en su vejez es una obligación legal y moral de los hijos. Es un deber que no solo se sustenta en el amor y el respeto hacia los padres, sino también en el marco legal establecido en el Código Civil.
En última instancia, la ley busca garantizar la protección y el bienestar de los adultos mayores, reconociendo su vulnerabilidad y asegurando que cuenten con los medios necesarios para una vida digna. Cumplir con esta responsabilidad es esencial para mantener la armonía familiar y fortalecer los lazos intergeneracionales.