Deshojando margaritas
Por Margarita Suárez Trujillo
En esta versión del hoy denominado Festival del Bambuco en San Juan y San Pedro, vale destacar el trabajo mancomunado entre las autoridades departamentales y municipales, con una programación integrada. Se observa el interés de unir esfuerzos para sacar adelante el compromiso con el país y en especial con quienes nos visitan para disfrutar las fiestas, de ofrecer lo mejor de nuestras tradiciones. Este es el segundo año después de la pandemia de Covid-19, en que regresó la presencialidad, esta vez integrando la totalidad de sus componentes. Será entonces la versión 62 del Festival la que marque la pauta de lo que vendrá en adelante para nuestro evento, sin duda el más autóctono y rico en folclor de todos los que se realizan en Colombia. Aunque la programación oficial indica que va del 16 de junio al 3 de julio, desde hace rato estamos en modo Festival, cuyo lanzamiento se hizo el 23 de mayo en Bogotá, en un esplendoroso espectáculo realizado en el Teatro Colón. Este año más que nunca tenemos el compromiso de afianzar nuestras fiestas que sufrieron un duro golpe en pandemia, como pasó con la mayoría de los eventos en todo el mundo. Es la oportunidad de mostrar a los visitantes que hemos evolucionado en materia de cultura ciudadana, atención y respeto por el turista, seguridad, organización, amor a nuestro folclor y sentido de pertenencia hacia nuestras tradiciones. No podemos olvidar que cada persona que venga al Huila será el “voz a voz” ante el país del comportamiento de los opitas frente a quienes con su presencia engrandecen las fiestas y permiten a nuestra gente obtener ingresos que a veces son su sustento para todo el año. Algo que contribuye a mejorar el ambiente y a ampliar la participación de las regiones, es respetar los veredictos del jurado calificador nos gusten o no. No podemos repetir espectáculos bochornosos como aquel donde la prensa nacional hizo eco de una denuncia por un supuesto fraude en la elección de la Reina Nacional. El buen balance al finalizar las fiestas depende no sólo de las autoridades responsables del desarrollo del certamen, sino de nosotros. Podemos aportar mucho para que los visitantes se lleven la mejor imagen de nuestra tierra y quieran volver.
