Luis Humberto Tovar Trujillo
Pareciera que la clase política regional, no se hubiera dado cuenta del padecimiento a que nos sometieron por su pequeñez de espíritu.
Este viacrucis que vive Colombia, es la consecuencia del abuso en el ejercicio del poder por parte de la clase política tradicional, que haciendo ostentación de la corrupción como bandera, acabo con la paciencia de los electores, que con la misma medicina, los sustituyó en su liderazgo, para demostrar, igual o peor, que el mismo medicamento de la corrupción, seria utilizado por los actuales detentadores del poder político, con las consecuencias detestables que estamos viviendo; acabar con lo construido.
La medicina del mal. De la destrucción, del aniquilamiento de lo bueno para arruinar la grandeza, construida con esfuerzo, pese, en muchos casos, a mucha adversidad.
Se han presentado candidatos a la gobernación, y a la Alcaldía de Neiva, y así sucederá en muchos municipios del Huila, en el descaro mas impresionante, llevando en su frente, el INRI de la corrupción, y del desastre democrático regional, incluso con participación nacional, como aliados de la destrucción, como si no fuera con ellos, los malos son otros, cuando son perros de la misma chanda.
A tal punto ha llegado el cinismo, que desesperados buscan avales, de esos partidos aliados con el actual gobierno, y participes en el congreso de las propuestas aniquiladoras de la democracia, incluidos congresistas que participan descaradamente en la feria de puestos burocráticos, y contratos, y ante las denuncias públicas de esa evidencia, se esconden, guardan silencio, en la estrategia de no es conmigo, la culpa es de la vaca.
El Huila aparece como de los departamentos con el más alto índice del costo de vida; eso no es gratis, es la consecuencia del desgobierno, del proceso aniquilador de la economía, los producto de la canasta familiar comienzan a escasear, la inflación cada día es mayor, la gasolina cada día mas costosa, siendo un determinador del alza en los precios de todos los bienes y servicios, las reformas, y los anuncios deshilvanados del gobierno, anuncian empobrecimiento y miseria, un pais sin norte, sin esperanzas.
En todo lo anterior, participan lo congresistas huilenses con avales del Partido de la U, del Partido Conservador, del Partido Liberal, y hasta gatos voladores, es decir, ni animalandia se escapa.
La manifestación, llamada de la mayoría, realizada en la magnitud vista, es una demostración del rechazo al gobierno; que deambula por el mundo bestializando, hasta ajusticiando a los alemanes en su propia casa, “del error” de la caída del Muro de Berlín, cuando los alemanes son lideres mundiales, sin la peste del comunismo.