La llegada de la Semana Santa en medio de la más profunda crisis social y económica en que se encuentra sumida la sociedad colombiana, sirve de alivio para la recuperación de algunas actividades que se encuentran semi paralizadas por la pandemia del Covid. Los pescadores artesanales encuentran la mejor oportunidad para dinamizar sus ingresos, que durante los últimos doce meses han estado afectadas por este flagelo sanitario en nuestro territorio.
Indiscutiblemente durante esta época, se empieza a presentar una gran afluencia de familias, para comprar la amplia oferta piscícola, que por estos tiempos se presenta. Es importante que los pescadores y los distribuidores, no generen procesos de especulación. Recuerden que más del 50% de las familias han tenido dificultades para obtener ingresos, por la pérdida de empleos. Ojo con esta actitud irracional. No hay que abusar con los precios. Recuerden que no es el mismo panorama que se ha vivido en otrora. Hoy en día la situación social y económica es muy crítica. Tenemos la cifra más alta de desempleo del país, junto a Quibdó, de acuerdo con el último boletín emitido sobre el mercado laboral en el país, por el Dane.
Lo anterior puede repercutir en la demanda de pescado en esta localidad. Por tal motivo, no se pueden abusar con los precios. De lo contrario pueden tener un efecto a la inversa dentro de la estructura de la rentabilidad esperada. La tilapia o mojarra roja se convierte en el producto insigne de mayor consumo por los huilenses, junto con el bocachico. Las altas precipitaciones ocurridas en los últimos dos meses han contribuido a generar los escenarios propicios para aumentar la producción piscícola en el departamento. Inclusive desde hace más de una década, nos hemos convertido en el principal productor de esta especie, dentro del contexto nacional, convirtiendo al Huila en el mayor exportador de tilapia a los mercados internacionales.
La región cuenta con ventajas naturales y comparativas para la producción de frutas, cacao, tabaco y especies de la acuicultura, todos ellos de demanda creciente en los mercados internos y externos. Sin embargo, es indispensable resolver dificultades en aspectos claves como el transporte y la cadena de frío en sus distintas modalidades, a saber, vías de comunicación, focalización de la producción que facilite la consolidación de lotes mínimos transportables, presentación y empaque, estandarización de la calidad, en fin, servicios para la comercialización adecuada de los productos. Al Huila se le reconoce su importancia nacional como productor de peces continentales y la cadena piscícola es sin duda una de las que ofrece mayor potencial, especialmente como actividad exportadora y que contribuye a la satisfacción de las necesidades alimentarias de la población regional y nacional.