Álvaro Hernando Cardona González
No hace mucho, en uno de los espléndidos salones del Centro Cultural que el Banco de la República, en Neiva, se presentaron los resultados de una investigación adelantada por Leidy Tatiana Caviedes Cuéllar y Ángela Patricia Munares Bautista, investigadoras egresadas de la Corporación Universitaria del Huila – Corhuila, y que planteó una alternativa para tratar y reusar las aguas cargadas de contaminantes.
Esta investigación, la apoyaron los ingenieros Víctor Alfonso Ramírez y Alan Ernesto Garrido, como docentes y directores de los proyectos de investigación. Y con ella, se hallaron métodos y procesos que permiten remover de manera eficiente grasas, aceites y otros sólidos contenidos en aguas provenientes del uso doméstico en sectores rurales.
Consideramos que lo más destacable, además de demostrar que en el Huila se hace interesantes acercamientos al descubrimiento científico verificable, es que este método es muy económico (para recomendarlo para las actividades del campo, alejadas de sistemas colectivos de recolección de aguas residuales) y usa microalgas.
La investigación se realizó en una pequeña granja, tomando las aguas grises que provenían del lavaplatos, lavamanos, lavadora, ducha y lavadero; y que tuvo la característica de que se ubicaba en pendiente. Lo cual, hay que reconocerlo, hace de este método uno limitado a granjas con dichas características, muy propias de la actividad cafetera.
También las mediciones se hicieron con bajos caudales. Un caudal promedio de agua residual generada en la granja de 0.2 L/s y, una tubería instalada en el sistema de tratamiento de 2 pulgadas.
El método de tratamiento fue instalado en la parte posterior de la vivienda, con pendiente que direcciona hacía una corriente hídrica. Utilizó dos tanques cilíndricos reciclados de 500 Lts, instalados de manera escalonada con el propósito de aprovechar la acción de la gravedad para que el agua residual circulara por cada biofiltro o etapa del sistema. La tubería que se conectó entre cada tanque fue diseñada para que generar un flujo descendente, así aumentar el tiempo de retención hidráulica, los materiales tuvieran mayor periodo de contacto con agua a tratar y evitar la saturación en cada etapa. Cada tanque contiene capas de diversos materiales.
Se destaca que el segundo, contiene una capa de arena fina, cascarilla de arroz, bagazo de la caña y finalmente grava con un 20%. En este, el agua tratada es mezclada con microalgas Chlorella vulgaris, y es era retenida hasta completar llenado del tanque de entre 20 a 24 horas y finalmente se vertía directamente a los cultivos de pan coger de la pequeña granja.
En el Huila, necesitamos investigar más, y eso requiere ser más exigentes y patrocinar más los proyectos que lo merezcan. El ambiente natural lo necesita también.