Los jaguares y los leopardos pueden parecer muy similares en principio. Sin embargo, sus diferencias están claras para un ojo entrenado.
DIARIO DEL HUILA, MEDIO AMBIENTE
Los grandes felinos comprenden 7 especies. 5 de ellas pertenecen al género Panthera: el león, el tigre, el leopardo, el leopardo de las nieves y el jaguar. Fuera del género Panthera se encuentran el guepardo (Acinonyx jubatus) y el puma (Puma concolor).
Todas estas especies son muy conocidas y presentan múltiples similitudes entre sí. Destacan por su gran tamaño, son carnívoras y a menudo desempeñan un papel ecológico muy importante como superdepredadores de sus ecosistemas.
Además, estos felinos suelen presentar patrones similares en el pelaje, que los ayuda a camuflarse con el medio y pasar desapercibidos. Estas similitudes pueden producir confusiones entre las especies, como es el caso del jaguar y el leopardo. Sin embargo, existen varias características que permiten identificarlas correctamente.
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Diferencias entre el jaguar y el leopardo
En las siguientes líneas, te explicaremos la diferencia entre el jaguar y el leopardo, unos de los grandes felinos más similares y frecuentemente confundidos. No te lo pierdas.
Distribución geográfica y hábitat
Uno de los aspectos que más se pasa por alto al identificar especies es la localización geográfica. Siempre que 2 especies vivan en zonas diferentes, es fácil saber a qué especie pertenece un ejemplar solo conociendo su origen —incluso si ambas son idénticas o muy parecidas—.
Este es el caso del jaguar y el leopardo. El jaguar (Panthera onca) está presente en México y la frontera sur de los Estados Unidos, Centroamérica y buena parte de Sudamérica. Cabe destacar que históricamente estaba mucho más distribuido. Se calcula que actualmente ocupa en torno al 50 % de su rango histórico.
En estos lugares, habitan preferentemente en bosques densos cerca de cuerpos de agua, a la que están muy asociados. El jaguar suele encontrarse sobre todo en bosques tropicales húmedos y secos de baja altitud, pero también puede ocupar otros hábitats, como pantanos o praderas.
El leopardo (Panthera pardus) se encuentra en África y Asia. Tienen uno de los rangos más amplios de todos los félidos. De nuevo, su distribución está muy fragmentada, reducida y sus dinámicas poblacionales varían mucho dependiendo de la zona.
Sus hábitats son muy variados, desde zonas desérticas y semidesérticas a regiones montañosas, praderas y bosques tropicales. Algunas poblaciones sobreviven incluso en áreas nevadas o urbanas.
Características morfológicas
Los jaguares son más altos que los leopardos, aunque su altura es muy similar. Además, los jaguares son más anchos, musculosos y pesados. Asimismo, la cabeza de los jaguares es más grande y redondeada y su mandíbula más poderosa. Su cola es también más corta que la de los leopardos.
Por todo ello, los jaguares dan un aspecto más compacto y robusto, mientras que los leopardos son más gráciles. En cuanto al color, ambos tienen un pelaje dorado que pasa a blanco en la parte ventral y están cubiertos de manchas negras más o menos circulares, llamadas rosetas.
Las rosetas de los jaguares tienen puntos negros en el centro, son más grandes y están más separadas entre sí. Las de los leopardos no tienen dichos puntos, ya que son más más pequeñas y están más juntas.
Este detalle tan sencillo puede ser muy útil a la hora de identificarlos, pero en ambas especies existen además individuos melánicos, cuyo pelaje es muy oscuro o completamente negro, lo que eliminaría dicha diferencia. Popularmente, se conoce a estos individuos como panteras negras.
Comportamiento y dieta del jaguar y el leopardo
La dieta de los leopardos es increíblemente variada. Prefieren los ungulados de mediano tamaño, pero dependiendo de la disponibilidad y la competencia por el alimento, pueden comer desde mamíferos a aves, reptiles e incluso insectos. Además, muchos individuos son capaces de especializarse en un tipo de presa en concreto.
Tras obtener una presa, los leopardos suelen esconderla entre la vegetación o subirla a árboles para evitar que sea robada por competidores, ya que a menudo comparten hábitat con depredadores de mayor tamaño.
Los jaguares también tienen dietas muy variables. Aunque prefieren ungulados de gran tamaño, también consumen presas más pequeñas. A diferencia de otros félidos son grandes nadadores, por lo que a menudo cazan peces y tortugas o incluso caimanes y anacondas.
Los jaguares son los depredadores más grandes de sus ecosistemas, por lo que normalmente no tienen la necesidad de esconder a sus presas.