Alejandro Saavedra el fotógrafo de las mil batallas del Diario del Huila. A través de su lente se registró cientos de aconteceres de gran relevancia para nuestro departamento.
Por Guillermo León Sambony
Especial aniversario
Alejandro Saavedra, el fotógrafo de las mil batallas del Diario del Huila. Cumple dos años desde que partió de este mundo terrenal, pero evocamos con la memoria del periodista Guillermo León Sambony, una de las hazañas periodísticas más importantes de la región.
Tuve la fortuna de trabajar por más de 15 años en el Diario del Huila, el periódico más antiguo y más leído del departamento y aunque fui corresponsal en el Sur y Centro del Huila, tenía muy buenas relaciones con los compañeros que laboraban en la capital opita.
El extinto fotógrafo Alejandro Saavedra, viajaba constantemente a los municipios de las regiones Centro, Sur y Occidente del Huila, precisamente a tomar las fotografías cuando había noticias de primera plana en las regiones y de allí mi amistad con él.
Los primeros
Una de las anécdotas inolvidables con Saavedra, se presentó el 20 de febrero de 2002, día del secuestro en un avión, del entonces Senador Jorge Eduardo Géchen Turbay.
Ese día muy temprano, recibimos una llamada de una fuente que nos indicó que las Farc, iba a protagonizar una “fiesta” en Hobo. Tras recibir la llamada nos comunicamos con el Diario y el que nos contestó fue justamente el fotógrafo.
Acordamos con Saavedra, encontrarnos en Hobo, en el menor tiempo posible. Emprendí el viaje, en el Renault 4 que tenía en la época y pasada una hora de viaje empezamos a encontrarnos con hombres que vestían uniformes de Invias, con fusiles al hombro y con machetes en mano talaban árboles al lado derecho de una extensa planicie a la entrada de Hobo.
Unos minutos después, hombres uniformados con distintivos de las Farc, y fusil en mano cerraron la vía y no permitieron más el paso de vehículos, indicándonos que teníamos que esperar un momento para continuar circulando por la vía, además de negarse a dar cualquier tipo de explicación sobre lo que estaba ocurriendo.
A los pocos minutos de estar paralizados, comenzó a escucharse el ruido de un avión que venía hacía el lugar donde estábamos. La gran sorpresa es que el avión aterrizó en la vía que utilizábamos en sentido contrario, situación que nos obligó a bajarnos de los carros y esperar que el avión frenara los pocos metros de donde estábamos cuadrados.
Del avión la primera en bajarse fue una mujer joven y bajita, que era la piloto de la aeronave, que fue recibida por una patrulla armada de la Farc, a quienes, la mujer les dio algunas explicaciones.
La sorpresa
La gran sorpresa fue que a los pocos minutos se bajó del avión, el Senador Gechem, esposado y acompañado por dos jóvenes guerrilleras, quienes lo condujeron hasta una camioneta de alta gama color gris, que antes del aterrizaje, se la habían quitado al ex rector del Colegio Nacional de Pitalito.
El ex rector contaría después, que la camioneta se la había ganado en una rifa hacía 15 días y que, al pasar por la vía convertida en aeropuerto, rumbo a Neiva, a hacer una diligencia a la Secretaría de Educación Departamental, fue despojado del vehículo, por tres guerrilleros.
En medio del ajetreo que se vivía en ese momento, rodeados por el miedo de lo fatal que podría ser el final de esa película, apareció nuestro fotógrafo Alejandro, quien, con cámara en mano, sin pedirle permiso a nadie, tomó las fotografías más exclusivas de ese episodio.
Entre las fotografías que más se recuerdan de ese secuestro, tomadas por Alejandro Saavedra y que tuvieron ribetes internacionales, fue una donde Gechem, custodiado por las guerrilleras y conducido hacía la camioneta en que lo llevarían a la montaña, nos voltea a ver y con lágrimas entre ojos nos grita: ¡Oren por mí!
Ese era Alejandro: valiente, enamorado de la fotografía y ante todo profesional en todo el sentido de la palabra…. Paz en su tumba.