El Rincón de Diana
Los buenos precios del mercado del café, alentaron la vocación por cultivar el grano. El Huila se convirtió en el mayor productor cafetero del país. Sin embargo, la bonanza del último año, muestra una situación problemática porque las políticas de sustentación de precios no se han podido aplicar en su totalidad. El campesino tiene que soportar los altos costos de abonos, fertilizantes y fungicidas, frente a la disminución constante del valor de cada carga. Garzón no es ajeno porque las leyes económicas no se pueden controlar. Por eso es necesario pensar en cultivos diferentes, como proponemos en el proyecto «Liderazgo para que el campo avance», con el cual buscamos incrementar la asistencia técnica agropecuaria, acorde con las propuestas productivas de cada vereda. También es fundamental la investigación para mejorar el rendimiento y apuntarle a la producción de bienes industriales para evitar pérdidas por perecimiento. A la vez se requiere conquistar nuevos mercados. Lo anterior, solo se puede hacer con apalancamientos financieros para proyectos que concuerden con las cadenas productivas que fortifiquen la industrialización. Se requieren estudios que permitan la construcción de una planta de producción de alimentos y concentrados para animales y otro para la elaboración de abonos y fertilizantes. Generar recursos para la conformación de equipamiento de herramienta y maquinaria agrícola, tendiente a aumentar los niveles de producción en cuanto a calidad y cantidad de los productos. Si estas iniciativas, que han nacido del corazón del pueblo, se cumplen a cabalidad, estoy segura que abriremos una puerta más amplia a la economía de nuestros campesinos. Sus manos deben convertirse en la primera fuerza de poder económico. Así se construye un Garzón que impulse la economía. El gobierno nacional, por medio de la Ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez, ha presentado el articulado del proyecto de reforma laboral al Congreso, resultado de una intensa negociación donde participaron las centrales obreras, los gremios y el Ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo. Es unánime el apoyo de las centrales obreras, pero en los gremios hay voces de apoyo y de discordia: el presidente de la Asociación Nacional de Industriales – ANDI, Bruce Mac Master, ha expresado su aprobación crítica al proyecto, mientras que el gremio de la Federación Nacional de Comerciantes – FENALCO, se ha opuesto rotundamente. La oposición ha dicho que el proyecto de ley atenta contra la generación de empleo y pone trabas a la formalización laboral. Las bancadas oficialistas, lideradas por el Pacto Histórico, han dado su visto bueno, argumentando que el proyecto permite recuperar derechos perdidos. El proyecto tiene cosas positivas: el recargo nocturno empezará a operar desde las 6 PM, como era antes; vuelve el recargo de domingos y festivos; se amplía la licencia de paternidad; se garantizarán los derechos de asociación de los trabajadores; se priorizará el contrato laboral a tiempo indefinido y se desincentivará el contrato de prestación de servicios; se actualizará la normatividad laboral para atender las nuevas realidades dictadas por la revolución de las TIC, como el caso de Rappi, Uber y otras empresas que funcionan a través de aplicaciones; y se hará un régimen especial para los jornaleros del campo. Es una reforma dirigida a garantizar derechos para la clase trabajadora. Pero esta nueva normatividad implicará un aumento en los costos laborales para el empresariado. Por eso, es lógico que sectores importantes como FENALCO expresen su inconformidad, al igual que la oposición política.