El comportamiento de algunas variables económicas y los precios internacionales del café durante el último año, han provocado un desplome del precio interno del café que paga la Federación Nacional de Cafeteros. Hasta mediados del año anterior el precio internacional de Café en la Bolsa de Valores de Wall Street de Nueva York, la cotización superaba los 2,6 dólares la libra. Hoy en día el precio de este grano se encuentra en 3,4795 dólares la libra. Aquí nace la mayor problemática que tienen los caficultores del país. Actualmente perciben por carga de 125 Kg de pergamino seco, la suma de $.1.288.750 en la ciudad de Neiva. Durante el primer semestre del año anterior recibían más de $2.400.000 por carga de café. La rentabilidad de las 560 mil familias cafeteras que existen en país, están soportando la baja rentabilidad, generando un proceso progresivo de empobrecimiento.

Las familias cafeteras en Colombia se encuentran insatisfechas nuevamente porque la compra del grano se ha reducido significativamente. Los medios de comunicación a nivel nacional están destacando esta noticia que lesiona ostensiblemente a la economía nacional, porque los actuales niveles de precio no están compensando las pérdidas sostenidas que ha tenido la caficultura colombiana. Los costos de producir este grano, son muy altos por el incremento mensual y permanente de los combustibles que encarecen el transporte, sumado a la inseguridad en el sector rural, boleteo, vacunas, precios de los insumos altos, cambio climático, altas tasas de interés, deterioro de las vías de comunicación, falta de estímulos tributarios, altos impuestos, atraso tecnológico, proliferación de plagas, entre otros que se han convertido en el enemigo número uno de todos los pequeños y medianos productores de este grano.

Por este motivo, ante la negativa del gobierno nacional, para definir un apoyo definitivo a la caficultura en el país, se está preparando un paro general permanente de todos los caficultores del país. Es muy lamentable que el presupuesto del Ministerio de Agricultura solo haya ejecutado menos del 20% del presupuesto que tiene asignado para la presente vigencia. Y este importante sector de la economía Colombia, se encuentre pasando la peor crisis en la historia de la República. No hay derecho que esta cartera sea incapaz para atender las demandas de estas familias cafeteras y de las demás que componen el sector agropecuario de Colombia.  

No nos llamemos a engaños: la economía colombiana, al menos durante los próximos 10 años, no cambiará su vocación exportadora, y café más petróleo seguirán siendo los primeros productos de exportación al menos por una década más. La economía colombiana todavía es altamente dependiente de las ventas de café y petróleo en los mercados internacionales, así no lo quieran entender las luminarias encargadas de manejar la economía en el país en el alto gobierno.