Desde que asumió el poder el primer mandatario de los colombianos, se ha venido presentando un incumplimiento reiterado de los principales compromisos que se encuentran agendados en el Palacio de Nariño. Van 85 eventos desarrollados por los diferentes actores que programan y que esperan la presencia del presidente Petro para su inauguración o clausura. Pero no asisten a dichos actos, dejando decepcionados a los asistentes, quienes esperaban pronunciamientos para solucionar la grave problemática que aquejan al sector empresarial y a la sociedad en general. Igualmente, los gobernadores y alcaldes no tienen la facilidad de interaccionar directamente con el ejecutivo. Existe un hermetismo total sobre las causas que están generando este encerramiento del presidente Gustavo Petro Urrego.

Ante este panorama, se han generado diversas opiniones sobre el estado de salud del presidente, o en muchas ocasiones de manera mal intencionada lo tildan de beodo, lo cual le impide atender directamente sus compromisos establecidos en la agenda presidencial. Inclusive en términos desagradables, se ha vuelto el papá de la creación de los nemes y es la comidilla en las redes sociales. No es justo. Pero la opinión pública, es muy severa en la crítica, ante estos actos de incumplimiento del primer mandatario de los colombianos. Se atreven a afirmar que el presidente no les da la cara a las graves problemáticas sociales, económicas y políticas que padece el país. Pareciera que estuviera gobernando para seres extraterrestres, por los trinos que emite contra diversos actores que lo critican.

Un ejemplo reciente de los incumplimientos fue la cancelación a última hora del encuentro que tenía programado el jueves anterior con el Consejo Gremial, el cual estaba previsto para las horas de la tarde, en la Casa de Nariño. Desde la Presidencia no explicaron los motivos de esta decisión. A última hora han expresado que la cita será reprogramada para el 29 de agosto. Los empresarios habrían recibido la notificación a última hora cuando muchos de ellos viajaron de otras ciudades para participar del evento. Este es el segundo desplante que les hace el jefe de Estado a los empresarios. El viernes de la semana anterior no asistió a la asamblea de la Andi, en Cartagena, como la han realizado todos los primeros mandatarios anteriores. Personas cercanas al jefe de Estado explicaron que no asistió porque se molestó luego de una dura intervención que hizo el fiscal general, Francisco Barbosa, en el mismo escenario y que provocó ovación entre los asistentes. Absurda excusa.

Estamos en una democracia, donde la opinión pública, puede expresar libremente sus juicios de valor de las realidades que están viviendo sus agremiados y las familias colombianas. En todo país donde se respete este importante don de la palabra, se pueden expresar libremente las expresiones, de acuerdo con la óptica con que se observen.