Carlos Yepes A.
El electorado del departamento ha entrado en una nueva etapa de las campañas donde el interés se centra en escuchar a los candidatos, pero no en reuniones de barrios o en casas de líderes de la ciudad, sino en verdaderos debates donde hagan presencia todos los candidatos para exponer sus planes de gobierno y sus planteamientos generales, recordando que el voto en Colombia es programático, por eso existe la revocatoria como mecanismo para reclamar la falta de compromiso y de cumplimento de los programas de gobierno inscritos por cada uno de los aspirantes a alcaldías o gobernación.
En términos generales los debates entre candidatos en las contiendas electorales desempeñan un papel fundamental en el contexto político de Colombia. Los debates ofrecen una plataforma crucial para que los ciudadanos puedan evaluar y comparar las propuestas, cualidades y capacidades de los candidatos que aspiran a ocupar cargos en las diferentes instancias.
Considero que la relevancia de los debates se basa en temas como la transparencia y rendición de cuentas pues los debates brindan a los candidatos la oportunidad de explicar sus ideas, planes y compromisos frente a los electores. Esto fomenta la transparencia y la rendición de cuentas, ya que los candidatos deben enfrentar preguntas directas sobre sus posturas y propuestas. Los ciudadanos pueden evaluar la coherencia entre lo que prometen y sus posibles acciones en el cargo.
También brindan información para el electorado, estos espacios permiten que los candidatos presenten sus visiones y enfoques sobre temas relevantes para la comunidad y ayuda a los votantes a comprender mejor las opciones disponibles y a tomar decisiones informadas en las urnas; es un espacio donde se permite el contraste de ideas directamente con sus oponentes y de esta manera los ciudadanos pueden comparar diferentes enfoques y evaluar cuál candidato presenta las soluciones más convincentes para los desafíos que enfrenta la entidad territorial que aspira dirigir.
Igualmente permite la participación en los debates impulsar el desarrollo de habilidades de comunicación y argumentación en los candidatos. Esto puede influir en su capacidad para representar eficazmente a sus electores en el futuro y para debatir temas de importancia nacional así como visibilizar en una plataforma equitativa a los candidatos menos conocidos y que éstos puedan presentar sus ideas ante el público. Así se puede nivelar el campo de juego y permitir que nuevos líderes emerjan y ganen apoyo en función de sus méritos y propuestas.
Algo fundamental es también que la discusión pública generada por los debates puede estimular la participación ciudadana en el proceso electoral. Los ciudadanos que se sienten informados y comprometidos tienen más probabilidades de acudir a las urnas y ademas puede dirigir la conversación política hacia temas relevantes y sustanciales en lugar de centrarse en temas superficiales o distractores. Esto contribuye a un debate público más informado y constructivo.
De esa manera consideramos que la asistencia, hasta ahora muy pobre en los debates de algunos candidatos que se sienten ganadores, no contribuyen a la esencia de la democracia que debe proporcionar espacios de discusión abierta de ideas, contraste de propuestas y evaluación de capacidades de los aspirantes. Esta es la interacción pública que ayuda a que los ciudadanos tomen decisiones correctas y no se dejen llevar por falsas encuestas y percepciones triunfalistas que no pueden ser las que definan la suerte de una comunidad.
La invitación es al debate pues la ausencia de ideas y propuestas no puede primar. No le huyan al debate, el huila los necesita escuchar para elegir bien.
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