Aníbal Charry González
Mafia, según Wikipedia es un término utilizado a nivel orbital referido a una clase especial del crimen organizado, extendido desde su origen en el Mezzogiorno italiano a cualquier grupo de crimen con similares características, independientemente de su origen o lugar de acción, que nació en la región de Sicilia donde se autodenominó Cosa Nostra, que en su origen era una confederación dedicada a la protección y el ejercicio autónomo de la ley (justicia vigilante) y, más adelante al crimen organizado. Sus miembros se denominaban así mismos mafiosos, o sea “hombres de honor” que tienen unos “códigos de honor” inviolables como la omertá o ley del silencio que es premiada o castigada con la muerte a quien la viole. La Ndrangueta se considera hoy la mafia más poderosa del mundo, de la cual tuvimos, como no, representante en este paraíso impune de corrupción, con cercanía nada menos que con la Justicia, como el ya fallecido Giorgio Sale.
Así, tenemos mafias en todas partes del mundo y por supuesto aquí en el sector público y privado, donde existen de todo pelaje hasta en la justicia, única en el mundo con cartel de la toga, por cuenta del accionar de la mafia más peligrosa que tenemos por el daño ingente que causan a la sociedad con su accionar asaltando el presupuesto público, sustentado en un sistema político electoral podrido que todo lo infecta, que ha permeado todas las ramas del poder público descarada e impunemente, precisamente por esa impunidad que hace posible que estos mafiosos puedan obrar en forma rampante desafiando a la misma justicia y a la ciudadanía desde los cargos públicos.
Por eso se presentan casos aberrantes de ese accionar mafioso, como en el caso del destituido e inhabilitado alcalde de Neiva y procesado penalmente por gravísimos cargos de corrupción Gorky Muñoz -que insólitamente y lapidando moralmente esta ciudad sigue gobernando hasta el final de su período con cargo a la lenidad de la justicia soportada en un sistema penal hecho a la medida de mafiosos de todo caletre, especialmente los de cuello blanco que se dan silvestres en la clase política avergonzando esta noble actividad que debe estar al servicio del pueblo-, designando miembros confesos de fechorías de ese circulo mafioso para desempeñarse en la administración pública, como ha ocurrido con el destituido extesorero de Empresas Públicas de Neiva Abiuth Laguna, que llega como premio a la Secretaría de Educación a vigilar el millonario Programa de Alimentación Escolar (PAE), conocido coto de caza de enriquecimiento ilícito como ya lo sabemos de estos mafiosos.
De ahí que no haya nada que hacer para que la ciudadanía pueda impedir el manoteo de gobernantes que son legión, que se escudan en el espurio aval que supuestamente le ha dado el pueblo por cuenta de ese asqueroso sistema político electoral, verdadera Cosa Nostra dedicada al robo del tesoro público, con el respaldo de la inercia y la inoperancia de la justicia y los organismos de control, que no es más que complicidad con estos mafiosos.
