Por: Hugo Fernando Cabrera Ochoa
Estoy completamente seguro que la gran mayoría, por no decir que todos los que leen esta columna de opinión, están de acuerdo conmigo en que Neiva va muy mal en todo sentido, dado que lo que se palpa no da para pensar algo distinto.
Esta semana que culmina, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística “DANE”, dio a conocer el último estudio relacionado con el mercado laboral en Colombia, en el que no nos va muy bien como ciudad.
La tasa de desocupación nacional del trimestre móvil mayo – julio de 2023 se registró en un 9,8%, lo que significó un decrecimiento en este indicador de 1,2 puntos porcentuales, respecto al trimestre mayo – julio de 2022, cuando fue del 11%; mientras tanto Neiva, pasó del 11,8% al 12,7%, en contravía de la tendencia nacional.
Entre mayor número de manos desocupadas, mayor es la pobreza y esto se convierte en caldo de cultivo para el crecimiento de la descomposición social; y con mayor deterioro social, mayor delincuencia y violencia.
Carlos Ronderos, consultor y columnista del Diario La República, dice que “Las estadísticas muestran que donde prevalece la pobreza tiende a haber mayor violencia”. Mientras tanto, Fernando Villarán, destacado académico y autor del libro “Picadura del Escorpión” y de otros estudios sobre el desarrollo de las PYMES, empleo e innovación tecnológica; expone que “El desempleo juvenil es la variable con mayor poder explicativo sobre el crimen y la delincuencia”, y eso se demuestra en los actos delincuenciales que a diario se presentan en la capital opita, en la que los protagonistas generalmente son jóvenes que no pasan de los 28 años de edad.
En la revista “La Razón Histórica” (ISSN 1989-2659), se publicó un estudio titulado “Teoría de la desocupación”, con el siguiente subtítulo, “La desocupación como factor generador de delincuencia”, presentado por David Meseguer Sánchez, de la Universidad de Murcia en España. Este investigador propone en este artículo que “La teoría de la desocupación tiene su base en la cantidad de tiempo libre de las personas, determinando que cuando este es excesivo se potencia notablemente la posibilidad de que un sujeto lleve a cabo conductas delictivas”.
Por otra parte, en la revista “Saberes”, la investigadora Natalia Estévez- Calapaqui, luego del estudio titulado “Relación entre Desempleo y Delincuencia”, concluye, entre otras cosas, que La violencia puede ser causada de muchas formas, pero según factores económicos como la situación laboral y el nivel socioeconómico, tienden a hacer de suma importancia para explicar los diferentes niveles de incidencia.
No sé cómo estarán los indicadores de delincuencia en Neiva, ni cómo se estarán llevando éstos; supongo que el observatorio del delito estará efectuando un estudio continuo de ocurrencia de actos delictivos por modalidades en la ciudad. Lo cierto es que la situación pobreza, desempleo y descomposición social es preocupante, por no decir que alarmante.
