En un 76 por ciento avanza la construcción de la Planta de Aguas de Residuales del municipio de Garzón. Según autoridades municipales, se espera poder entregar en servicio este proyecto en el mes de febrero del próximo año, convirtiéndose en la primera población del Huila con Ptar.
Diario del Huila, Región
En tan solo cinco meses, los habitantes de Garzón estarán contribuyendo al Río Magdalena con la descontaminación del 90 por ciento de sus aguas residuales, las cuales habrán sido sometidas a un completo proceso de tratamiento. Este significativo avance es el resultado del liderazgo del municipio de Garzón en la construcción de la Planta de Aguas Residuales (PTAR), que actualmente se encuentra en un estado de ejecución del 76 por ciento.
El alcalde de la localidad, Leonardo Valenzuela Ramírez, anunció que se prevé poner en funcionamiento este proyecto crucial en el mes de febrero del próximo año. Esta PTAR, diseñada para atender a una población que supera los 70 mil habitantes, se lleva a cabo gracias a la colaboración entre el municipio y el Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Vivienda y en estrecha asociación con Findeter.
La PTAR de Garzón desempeñará un papel fundamental en el tratamiento del 95 por ciento de las aguas residuales generadas en el casco urbano del municipio. En la actualidad, estas aguas se vierten sin ningún tipo de tratamiento directamente en la fuente hídrica de la quebrada Garzón, que fluye hacia el río Magdalena, el principal afluente de Colombia. La puesta en marcha de este proyecto permitirá devolver las aguas tratadas a la quebrada, lo que contribuirá significativamente a la calidad del agua que fluye hacia la represa de El Quimbo. La planta se está construyendo en la parte baja del municipio, cerca del barrio Los Guaduales.
Autoridades municipales, enfatizaron que la obtención de los recursos para este ambicioso proyecto fue un proceso técnico y administrativo complejo, dado que se recibió un proyecto desactualizado desde el punto de vista técnico y normativo. Valenzuela comentó: «Empezamos a trabajar, teníamos el terreno donado por la multinacional Emeral Energy, y comenzamos a gestionar con el Ministerio de Vivienda y Aguas del Huila. Finalmente, logramos obtener la viabilidad técnica y los recursos necesarios para firmar el convenio».
La obra que tiene un costo de $22.000 millones de pesos, de los cuales el Gobierno Nacional está aportando $12.700 millones, la Gobernación del Huila $1.600 millones, el municipio $3.000 millones y la CAM la suma de $4.496 millones.
La obra
La PTAR para la Capital Diocesana del Huila tendrá una PTAR que comprende la construcción de un espacio de tratamiento preliminar, tanque de succión, estación de bombeo, 3 filtros percoladores, 3 sedimentadores, cámara de recirculación, estación de bombeo de lodos, 3 digestores de lodos, 6 lechos de secado, lavador de gas, emisario final, 6 cámaras de inspección, la adecuación del lote, la vía de acceso, el cerramiento, caseta de vigilancia, edificio administración, edificio de almacén, cuarto eléctrico y redes internas, con lo que se podrá hacer el tratamiento del 100% de las aguas residuales del casco urbano del municipio de Garzón, mejorando la calidad del agua de las quebradas Garzón, Aguazul y por consiguiente las aguas del río Magdalena.
Por lo tanto, para Leonardo Valenzuela, alcalde de Garzón, la PTAR es una obra importante para toda la región “Se verán beneficiados no solamente los 97 mil habitantes que tiene nuestro municipio, sino todos los municipios rivereños al río Magdalena, porque en la medida en que hagamos éste tipo de obras, vamos a descontaminar el rio madre de Colombia, el Rio Magdalena”.
El alcalde también subrayó que la construcción de la PTAR fue una tarea que requirió un compromiso constante con el medio ambiente y la comunidad. Durante casi dos años, se trabajó incansablemente para obtener la viabilidad técnica, incluso durante la pandemia. Mientras otras entidades estaban centradas en la emergencia sanitaria, Garzón no descuidó las necesidades prioritarias del municipio y logró hacer realidad el proyecto de la PTAR. Este proyecto también demuestra que, con gestión y voluntad, las obras importantes pueden materializarse.
El compromiso con el medio ambiente es uno de los aspectos más destacados de la PTAR de Garzón, ya que contribuirá significativamente a la descontaminación del río Magdalena aguas abajo. Esto no solo beneficiará a la comunidad local, sino que tendrá un impacto positivo en toda la región y más allá, demostrando que el cuidado del medio ambiente es una responsabilidad que debe abrazarse con determinación y colaboración.
¿Y la PTAR de Neiva?
El desafío actual en Neiva en relación a la PTAR radica en su incapacidad para obtener la licencia ambiental otorgada por la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), debido a las deficiencias identificadas en el estudio ambiental correspondiente.
La necesidad de construir esta planta de tratamiento surgió en 2005, como resultado de una acción popular dictaminada por el Tribunal Administrativo del Huila, con el objetivo de abordar la seria problemática de contaminación que afectaba al río Magdalena.
Inicialmente, se planificó el proyecto en el año 2004, y en 2011, se procedió a contratar los primeros estudios y diseños a cargo del Consorcio Neiva 2009, con un presupuesto de $2.610 millones. A pesar de que se esperaba obtener los resultados en un lapso de siete meses, lamentablemente, se demoraron cinco años en ser entregados. En 2017, se vio la necesidad de llevar a cabo otro estudio, el cual también enfrentó dificultades y no pudo avanzar como se esperaba.
En estos momentos, Neiva se encuentra en la antesala de un cambio de administración sin haber logrado concretar el vital proyecto de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR).
