Desde que se posesionó el primer mandatario de los colombianos, se han venido presentado algunos escándalos que han salpicado la familia presidencial y que actualmente los organismos de control están investigando para determinar los niveles de culpabilidad a que hubiere lugar. Ha sido un proceso desgastante para el presidente Gustavo Petro Urrego, lo cual lo tienen en la Picota Pública ante la opinión pública. Los anteriores, se han suscitado precisamente alrededor de su familia y también por algunos integrantes de su círculo político. Igualmente, la situación que se divulgó en la edición de la Revista Semana, salieron salpicados por hechos de corrupción cuatro empresarios y dos funcionarios por el saliente Viceministro de Defensa Ricardo Díaz Torres. Desde hace varias semanas en el Gobierno sabían que el exviceministro de Defensa estaba preparando una fuerte declaración en contra de funcionarios y empresarios cercanos a Casa de Nariño.
Tal cual. Por fin se hizo la denuncia de la supuesta olla podrida que se podía haberse presentado en el Ministerio de Defensa por la adquisición de algunas aeronaves para las Fuerzas Militares. Desde mediados de junio, cuando el propio presidente Gustavo Petro le aceptó la renuncia protocolaria al viceministerio para la Estrategia y Planeación, quien venía manifestando su molestia y advirtiendo que dejaría al descubierto varios episodios que lo tenían distanciado de su jefe, el ministro Iván Velásquez Gómez, y del propio Gobierno. La Fiscalía acaba de anunciar que llamará al exviceministro a declarar para que concrete los hechos de su conocimiento y aporte las pruebas que respalden lo denunciado. Díaz asegura que Mejía le manifestó que 700 millones de pesos estaban disponibles para que el ministerio tomara la decisión de comprar los helicópteros.
Lo grave es que uno de los funcionarios mencionados es el propio ministro de Defensa, Iván Velásquez Gómez, quien, por su fuero, podría ser citado por un fiscal delegado ante la Corte Suprema para que entregue su versión de los hechos. El exviceministro mencionado, venia recibiendo presiones para la compra de tres helicópteros que serían soporte logístico para el transporte del presidente, en reemplazo de la flota de UH-1N. En igual sentido se pronunció Juan Fernández, actual asesor en temas empresariales y de negocios de la Presidencia de la República y exesposo de Ángela Benedetti, hermana de Armando Benedetti. Supuestamente salió salpicada la primera dama de la Nación, por el interés que le había expresado para adquirir dichas aeronaves.
Expresiones totalmente rechazables por la sociedad colombiana, de que un alto exfuncionario del gobierno del presidente Gustavo Petro Urrego. Es algo impensable que estos supuestos hechos de corrupción ocurran en el gobierno del cambio. La ciudadanía en general espera que la Fiscalía General de la Nación y la Corte Suprema de Justicia, diriman estos detestables entuertos de corrupción.
