Los pescadores artesanales del municipio de Yaguará están atravesando momentos angustiosos debido a los bajos niveles de agua en el embalse de Betania. Argumentan que la producción ha disminuido considerablemente debido a las altas temperaturas. En este contexto, hacen un llamado urgente a las autoridades locales y departamentales para que implementen un plan de acción inmediato que les permita garantizar el sustento de sus hogares.
Diario del Huila, Panorama
En Yaguará, la misma historia se repite anualmente: las altas temperaturas de la temporada seca golpean con dureza el embalse de Betania, el cual es el principal sustento de aproximadamente 300 pescadores que actualmente enfrentan dificultades para llevar a cabo su labor y, lo que es más preocupante, tienen dificultades para comercializar las escasas capturas que logran obtener.
El primer desafío al que se enfrentan, según Alexander García, también conocido como ‘Pulecio’, un pescador artesanal, es llegar hasta sus embarcaciones. Esto se debe a que deben recorrer una distancia de más de un kilómetro desde el puerto donde normalmente debería haber agua hasta el lugar donde se encuentran sus barcos.
«Nos encontramos profundamente afectados, ya que Emgesa parece estar enfocada únicamente en la generación de energía, especialmente durante la temporada seca. Esto nos ha dejado sin acceso a suficiente agua para llevar a cabo nuestra actividad pesquera, ya que los peces se refugian en aguas profundas, dificultando enormemente su captura».
Alexander García, manifestó que se sienten abandonados por parte de las autoridades de control y relató que en algunos días no logran capturar ni lo suficiente para mantener a sus familias. Esta situación ha persistido durante más de un mes, y ahora están esperanzados en que, a finales de septiembre, con la llegada de las lluvias, el embalse recupere su nivel normal, permitiéndoles reanudar su actividad pesquera.
“Hacemos un llamado a las autoridades competentes para que evalúen la difícil situación que atraviesan los pescadores artesanales en el municipio de Yaguará. Asimismo, instamos a los organismos de control a llevar a cabo un seguimiento de la situación, ya que nuestro municipio se ha convertido prácticamente en un extenso banco de arena. Nos encontramos profundamente perjudicados y requerimos que se haga cumplir la normativa y se respalde a los pescadores artesanales en esta situación”, puntualizó García.
Acciones
Por su parte, el alcalde del municipio de Yaguará, Juan Carlos Casallas, habló sobre las múltiples afectaciones que han surgido debido a las elevadas temperaturas que por estos días afectan a los huilenses; las cuales han provocado incendios forestales y la disminución del nivel del embalse de Betania. En la actualidad, más de 300 pescadores artesanales dependen de las actividades turísticas, comerciales y de pesca para su subsistencia.
“Desde el Gobierno Municipal, hemos emitido un llamado conjunto al gobierno nacional, departamental y a la autoridad nacional de acuicultura y pesca para que abordemos de manera coordinada la situación de esta población que se encuentra en una necesidad crítica de apoyo alimentario”.
El mandatario local contó al Diario del Huila, que, desde el municipio, han implementado una estrategia en colaboración con Enel, en la que se involucran a 30 pescadores artesanales. La iniciativa tiene como objetivo proporcionarles una oportunidad de empleo durante tres meses, participando en actividades alternativas que les permitan generar ingresos y superar este complicado período por el que están atravesando.
No obstante, la estrategia parece ser insuficiente, ya que, según las propias personas afectadas, son más de 300 quienes se dedican a la pesca artesanal en Yaguará.
El Quimbo
Leonardo Piedrahita, presidente de la Asociación de Pescadores de Puerto Seco, compartió su preocupación acerca de las crecientes dificultades que enfrentan los pescadores artesanales en la región. Señaló que las altas temperaturas, combinadas con las adversas condiciones de pesca en las aguas abajo de la represa El Quimbo, están afectando gradualmente sus actividades.
«Durante las temporadas secas, como la que estamos experimentando actualmente en la zona de Puerto Seco, quienes nos dedicamos a la pesca encontramos ciertas ventajas, ya que facilita nuestra labor. Sin embargo, los pescadores que permanecemos en las orillas del río Magdalena y nos negamos a desplazarnos hemos sufrido una reducción drástica de hasta el 90 por ciento en las capturas», lamentó Leonardo.
Este problema se atribuye principalmente a la contaminación generada por la represa El Quimbo, y hasta ahora no se ha tomado ninguna medida para solucionarlo. A pesar de que la baja del río brinda mayores oportunidades para la pesca, esta ventaja se ha perdido debido a la construcción de la represa.
Leonardo destacó que, antes de la construcción de la represa El Quimbo, había una comunidad de pescadores artesanales significativamente más grande, pero actualmente apenas queda el 30 por ciento de ellos, ya que la falta de agua en el río ha impactado en sus actividades. Además, señaló que los pescadores que por ahora han sido más afectados la seguía son aquellos que se encuentran cerca del embalse de Betania.
Aunque se ha observado un aumento en el número de pescadores nuevos que se han establecido río arriba, se trata de personas inexpertas en la pesca. Por otro lado, muchos de los pescadores más afectados aguas abajo han tenido que buscar otras ocupaciones para subsistir.
Leonardo también resaltó la falta de apoyo gubernamental en esta difícil situación. A pesar de que se habla de seguridad alimentaria, no se ha implementado ninguna medida concreta para ayudar a los pescadores. La Asociación de Pescadores de Puerto Seco, a través de Asoquimbo, está haciendo esfuerzos para que se preste atención a sus necesidades, pero hasta ahora, la gobernación no ha brindado apoyo en términos de seguridad alimentaria.
