Un firmante de paz, de quien nos reservamos el nombre por razones de seguridad, lidera un proyecto de apicultura. Se hacen llamar Defensores de la Reserva y señala que requieren recursos económicos, porque presentan dificultades para acceder a créditos, han recibido $8 millones por pactar los acuerdos y $4 millones del PNUD. Reincorporados sin tierra y con poco apoyo económico para proyectos productivos.
Este plan productivo, se encuentra ubicado cerca al centro poblado de Balsillas, Caquetá.
Busca tener un centro de acopio de miel
El reincorporado, señala que tienen un proyecto de apicultura, donde producen solamente miel. La microempresa, da trabajo a 18 personas, 8 de ellos son firmantes de paz y 10 personas son de la región.
“No es fácil para nosotros acceder a entidades que nos brinden ese apoyo económico. Espero recibir ayuda para fortalecer el proyecto, yo lo veo muy viable y con nuestro plan, le decimos a los demás compañeros que este negocio se puede sacar adelante. Siempre he soñado que algunas entidades competentes nos suministren aportes económicos, para nosotros llegar a ser el centro de acopio más grande del Huila en producción de miel”, agregó el apicultor.
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Necesitan tierra para trabajar
Frente al acceso a la tierra, Laura Vega, delegada ante el Consejo Nacional de Reincorporación, componente comunes, manifestó: “no ha habido tierra y se necesita para elaborar proyectos productivos que sean sostenibles. Sin desconocer que la mayoría de los reincorporados tienen vocación agraria y sin predios, es muy difícil salir adelante”.
Los reinsertados, han estado buscando predios, donde poder trabajar, pero las respuestas de las entidades gubernamentales, ha sido lenta.
Murieron esperando título de tierra
Frente al acceso a predios, Carolina Tello, funcionaria de la Agencia Nacional de Tierras, señaló: “nosotros estamos dispuestos a cumplir con la Reforma Rural Integral, para tener en cuenta, donde funcionaba el Incoder, había nueve kilómetros de cajas de procesos rezagados, tanto de titulación de tierras, como de formalización. Hace poco en el Huila, se entregaron los títulos a hijos de solicitantes que ya fallecieron”.
Otro de las problemáticas, existentes es la recuperación de terrenos baldíos, de los que se han apropiado personas inescrupulosas, para entregarlos a firmantes de paz. “Aún no se sabe en manos de quien está la tierra, debido a sucesiones que no se han levantado y esperamos entregar los $3 millones de hectáreas acordados”, agregó la operaria.
Tello, agregó que ya se encuentran atendiendo de manera rápida los procesos de entrega de tierras que antes tenían muchas ‘trabas’.
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¿Qué propuestas tienen los críticos?
En el primer Encuentro Departamental de Reincorporados, realizado en Neiva, también hizo parte el Alto Comisionado de Paz, Danilo Rueda, quien manifestó: “aceptamos las críticas frente a la política de paz, sin embargo, les preguntamos qué otras propuestas tienen. Por más de 70 años, se ha enfrentado la violencia con dinámicas contrainsurgentes, estas estuvieron amparadas por el paramilitarismo y que ha pasado”.
“Sí queremos de una vez por todas cerrar los ciclos definitivos de las violencias, tenemos que enfrentar las desigualdades sociales. Y esto ocurre, si hay un gran poder ciudadano organizado, que exija una paz estable y duradera, pero en la medida que la sociedad sea inconsciente del país en el que estamos, difícilmente lograremos los propósitos de unas transformaciones en una democracia”, agregó el comisionado.
El funcionario, agregó que el encuentro, se puede desarrollar en otros departamentos y que estos a su vez tengan un horizonte político para que nutra el acuerdo nacional por la paz.
Reactivación de la Mesa Departamental de Firmantes
En este sentido, Nidia Arcila, expresó que un colectivo de reincorporados pidió la reestructuración de la Mesa Departamental de Firmantes, que fue decretada y estructurada en el año 2020, y alcanzó a sesionar tres veces. “No solo queremos que vuelva a funcionar esta mesa, sino las submesas, que permita evaluar temas como la educación, productividad, vivienda, seguridad, tierras. Esto permitiría plantear las necesidades en los distintos municipios y así incidir en los distintos proyectos productivos”.
“Nosotros firmamos un acuerdo de paz, tenemos unos derechos que se deben garantizar y la mesa nos sirve para hacer una veeduría a los planes que realizan los gobiernos”, añadió la líder.
También, una de las peticiones es el acceso a una vivienda digna.
“Es uno de los temas más difíciles. En este momento ha sido compleja la articulación con el Ministerio de Vivienda, la funcionaria dice que no hay plata y uno de los sueños de los firmantes, es tener una casa digna. Es uno de los puntos al que se debe encontrar una salida”, agregó, Laura Vega, delegada ante el Consejo Nacional de Reincorporación, componente comunes.
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“El camino es la paz”
El firmante de paz, que ve en el proyecto de apicultura, una forma de tener un bienestar digno, indica que por el momento solamente venden miel, pero hay derivados, como champú, vino, lociones de este producto, que puedan ayudar a potenciar el negocio, pero no cuentan con la planta procesadora para ello.
El entrevistado, había sido condenado a 23 años de prisión por el delito de rebelión, pero gracias al proceso de paz, pudo salir de la cárcel, donde pagó cinco años.
“Soy una persona entregada a la paz, y por eso me enfocó en el trabajo comunitario. Mi familia está muy contenta por volver a compartir esos bellos almuerzos que se habían perdido. También, uno se aleja de la familia para no colocarlos en riesgo”, añadió el reincorporado.
La idea del firmante de paz, “espero no volver a la repetición de la guerra, soy consciente que causamos un daño, pero ahora nuestra visión es distinta, todo fue producto de la violencia, y queremos un desarrollo económico para demostrarle a la comunidad que podemos salir adelante y si es posible vincularlos a ellos también”, finalizó el apicultor.
