La semana inmediatamente anterior, estuvo en el Huila la Senadora María Fernanda Cabal, acompañando a la candidata a la asamblea del Huila, Ingeniera Tatiana Solano, con el número 51.
Dos razones me obligaron a asistir al evento organizado en un céntrico hotel de la ciudad.
En primer lugar, la presencia de nuestra senadora Cabal, por quien vote en las pasadas elecciones para el congreso, actividad que realiza con lujo de detalles, que me hacen sentir, como a muchos colombianos, cada día mas orgulloso, sentimiento, que, nos brinda esperanza, y confianza en Colombia, por las condiciones de estadista que posee.
En segundo lugar, porque había escuchado excelentes comentarios de la candidata Tatiana Solano, y quería escucharla y conocerla personalmente.
En principio entendí, que la sola compañía de la senadora Cabal, era argumento suficiente para sentir un compromiso inicial con Tatiana Solano, para ofrecerle mi apoyo a la asamblea.
Y no me equivoque, porque la sola compañía de la hoy candidata presidencial, conociéndola como la conozco, y sintiéndome orgulloso de ella, hacen que se haya fijado en las condiciones, morales, políticas e intelectuales, de Tatiana, una persona orgullo del Huila, por su trayectoria, sus conocimientos, hasta ahora ignorados deliberadamente por quienes han detentado el poder político en la región, incluido el actual gobernador, cenicienta de Villalba.
Me pregunto, para que aspira nuevamente Villalba a la gobernación, si gobierna desde hace rato en cuerpo propio y ajeno.
Me sentí muy bien en dicha reunión, porque encontré en el ambiente mismo, un coincidencia feliz sobre las futuras representantes de nuestra sociedad, la Cabal como candidata a la presidencia, y Tatiana Solano a la Asamblea del Huila.
Coincidencia basada en la libertad y el orden, mensajes que solo con el conocimiento que se tiene de la historia de Colombia, hacen posible la reconquista del poder, y la salvación de nuestro país.
Las mejores mujeres de Colombia deben ser respaldadas por los buenos ciudadanos que nos duele la Nación; las mudas y las ausentes de consistencia moral e intelectual, solo acuden a la patanería y la ruindad para destruir a quienes han hecho por Colombia y el Huila grandes gestas.
Acá se reconocen por envidia, intereses mezquinos y de baja estopa; cuantos reconocimientos inmerecidos, por cierto, se les han otorgado a personas que, haciendo uso de las bajezas y ruindades para tratar de sobresalir, mientras que su falta de dimensión humana impide la sostenibilidad en los umbrales del verdadero reconocimiento.
El Huila esta en deuda de reconocerle a Tatiana Solano, su condición científica y alejada de cualquier mezquindad populista. Es esencialmente una mujer con todos los pergaminos científicos.
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