Nuevos datos sobre el caso del sacerdote detenido en la localidad malagueña de Vélez-Málaga por presuntos abusos sexuales contra varias mujeres. En información recogida por Diario Sur, el padre Fran acudió el pasado 6 de septiembre a denunciar a la que era su pareja por haberle robado material informático.
“Fiestas sí que hacía y hasta tarde”, comentó un vecino. “Buen ambiente, se escuchaba el jaleo de la gente que estaba ahí con él y eso”, añadió, asegurando que el sacerdote, identificado como Francisco, era “normal, campechano y bastante educado”.
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Francisco, se encuentra en prisión preventiva por presuntamente haber cometido cuatro delitos de agresión sexual bajo sumisión química y cinco delitos contra la intimidad. Está acusado de suministrar algún tipo de sustancia sedante a sus víctimas para dejarlas totalmente inconscientes y luego abusar de ellas mientras las grababa.
En un comunicado, la Policía Nacional de España señala que la investigación se inició en agosto cuando una mujer, que aseguró ser pareja sentimental del detenido, denunció en Melilla que había localizado en el domicilio que compartían un disco duro con fotografías y videos.
En ellos aparecían varias mujeres semidesnudas, dormidas o bajo los efectos de algún sedante y a las que un hombre les realizaba todo tipo de prácticas sexuales.
Las mujeres, pertenecientes a su círculo de amistades, fueron agredidas en diferentes años y localidades y no eran conscientes de haber sufrido ningún delito sexual, según informaron desde la Comisaría provincial. Al detenido, que ha ingresado en prisión, se le atribuye cuatro agresiones sexuales y cinco delitos contra la intimidad.
Éste habría suministrado a las víctimas algún tipo de sustancia que anulaba su estado de consciencia para perpetrar las agresiones sexuales.
En la actualidad, la violencia contra la mujer en España preocupa, ya que Un hombre fue detenido por la Policía Nacional como presunto autor del asesinato de una mujer de 36 años en la madrugada del pasado domingo.
Los hechos ocurrieron en una vivienda del distrito madrileño de Villaverde, donde el responsable del crimen vivía con la que supuestamente era su pareja.
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