Por: Alba Diela Calderón Parra
Uno de los propósitos de esta columna es resaltar los esfuerzos y aportes valiosos que realizan organizaciones de la sociedad civil, en ejercicio de la solidaridad, contribuyendo a la búsqueda de un mejor país y en cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS. Por ello, quiero rendir homenaje de reconocimiento a la Corporación Colombiana de Voluntariado CCV, al cumplir 43 años de fructífera existencia legal, como ente que coordina y orienta un sinnúmero de voluntariados de base diseminados en diferentes regiones del país.
La CCV es un organismo de tercer grado, de derecho privado, sin ánimo de lucro, de beneficio social y comunitario que tiene como Misión impulsar el desarrollo del voluntariado colombiano, mediante la asociación formación, coordinación y representación de grupos de acción voluntaria, como fuerza viva que participa y contribuye a la construcción de un país justo, solidario, pacífico y en armonía con el medio ambiente.
Remontándonos a la década de los años 60, nacen en Colombia numerosos grupos mayoritariamente integrados por mujeres, trabajando en diferentes frentes para servir solidariamente a personas y grupos en situación de pobreza, calamidad, enfermedad o marginados por falta de oportunidades; estos realizan programas de educación y prevención en salud, cuidado infantil, con madres cabeza de hogar, adultos mayores, personas necesitadas de rehabilitación, física, mental o social, educación ciudadana y protección a población vulnerable.
En l962, la Alianza para el Progreso, programa de los Estados Unidos, la Comisión Interamericana de Mujeres y la Agencia Interamericana para el Desarrollo, convocan al Primer Seminario sobre la Participación de la Mujer en el Desarrollo. En este evento, realizado con participación de los cinco países Bolivarianos, se analizó la conveniencia y necesidad del aporte femenino, más en calidad voluntaria, que como inserción al mercado laboral.
Entre l.963 y 1.975, a raíz de las conclusiones del Seminario sobre Participación de la Mujer como Voluntaria se crearon catorce (14) Asociaciones Departamentales de Voluntariado que reunieron más de 250 agrupaciones voluntarias que realizaban sus labores en diferentes áreas y poblaciones. Fueron ellas: ACOVOL (Bogotá Cund.) ASQUIVOL (Quindío), ADEVOL (Antioquia), VOLVALLE (Valle), COVOLSUCRE (Sucre), CODAFE (Atlántico), COVOLHUILA (Huila), COVOLMAG (Magdalena), COODEVOL (Bolívar), COVOLTO (Tolima), UNIVOLCA (Cauca), AVAC (Bucaramanga), SUE (Boyacá) Fundación Voluntariados El Sembrador.
En l.978, las Asociaciones Departamentales decidieron crear legalmente, una entidad de orden nacional que cumpliera la misión de asesorar, promover y coordinar sus esfuerzos mediante programas de formación, acompañamiento, divulgación, coordinación y representarlas ante el Estado y otros sectores de la sociedad. Nació así la Coordinación Colombiana de Trabajo Voluntario CCTV, que reunió las Asociaciones Departamentales con más de 300 grupos integrados por l4.000 voluntarios y voluntarias, llamada hoy Corporación Colombiana de Voluntariado CCV, entidad que me honra presidir ya cumplidos seis años, por voluntad de sus afiliadas.
En su trayectoria de servicio, la CCV intervino en la estructuración de la Asociación Internacional de Esfuerzos Voluntarios IAVE, en la creación de la Confederación Colombiana de ONG Sociales CCONG, pionera con otras organizaciones de la Ley 720/01 de Voluntariado, el Sistema Nacional de Voluntariado que hoy abandera y la construcción de la Guía Técnica ICONTEC 193 de 2007 para el voluntariado colombiano, entre otros aportes.