Algunos sectores de la opinión han expresado diversos comentarios sobre las ausencias reiteradas del primer mandatario de los colombianos, porque ha venido cancelando su asistencia a los diferentes eventos previamente programados en la agenda presidencial, sin que existan causas que se conozcan y que se justifiquen sus ausencias. Lo que, si hemos leído a través de centenares de trinos emitiendo sus juicios de valor sobre la forma como el presidente Gustavo Petro ha reaccionado a través de la red social X a la guerra entre Israel y Hamás, desatada el pasado 7 de octubre por el brutal ataque de este grupo extremista, lo cual ha llamado la atención no solo en Colombia sino en el contexto internacional. Su reacción, que ha generado entendibles controversias internas y externas, desconoce un precepto fundamental para un mandatario, que lo obliga a mantener las formas de la diplomacia, como lo han hecho en líneas generales y con uno que otro altibajo sus antecesores a lo largo de los más de 200 años de historia republicana del país.
No podemos pasar desapercibidos la convertida declaración del hermano del presidente de la República, Juan Fernando Petro Urrego, que junto a su hermano Gustavo, sufren del síndrome de Asperger. Muchos lo asocian al incumplimiento de los compromisos previamente adquiridos por el primer mandatario de los colombianos, a la fecha ascienden a 95 en la agenda presidencial desde que asumió el poder. Igualmente, sus expresiones salidas de contexto de la realidad están siendo correlacionadas por algunos sectores de la opinión pública, porque en la mayoría de las veces, sus discursos populistas solo quedan en palabras, por su inviabilidad y la falta de recursos para llevarlos a la práctica. Dicha condición es una forma de trastorno del espectro autista (TEA) que se caracteriza por diferencias en la comunicación social y patrones de comportamientos repetitivos e intensos. Es una característica de personalidades. Lo primero que se debe destacar es que esta deficiencia orgánica no es una enfermedad, es una condición y por eso mismo no tiene cura. Este síndrome se define como un trastorno del desarrollo que conlleva una alteración neurobiológicamente determinada en el procesamiento de la información.
Y como si fuera poco, después de varios días sin apariciones en eventos, el presidente Gustavo Petro publicó en su cuenta de X que sufrió una caída el pasado lunes, 16 de octubre, que le impidió cumplir con su agenda pública. Con una fotografía de su rodilla justificó ausencias en su agenda los dos primeros días de esta semana. El mandatario se había ausentado el pasado 17 de octubre a dos eventos que había organizado el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (MinTIC) y que se llevaron a cabo en el departamento del Chocó, uno en Quibdó y otro en Lloró.