Por: Danilo Arboleda.
Presidente ACORE
Quien no conoce la historia está condenado a repetirla, esta célebre frase atribuida a distintos autores como Cicerón, Napoleón, Marx, Churchill, Santayana y otros nos recuerda que aquellas sociedades ignorantes de su historia, desconocedoras de los hechos del pasado, fácilmente caerán en lo mismo y la repetirán.
A los veteranos y reservistas de la fuerza pública en el Huila, nos cuesta trabajo tomar conciencia y entender el comportamiento de la sociedad, no nos gusta estudiar el pasado, no somos eruditos en temas del concepto, fines, características, sistemas, ideologías y funcionamiento de la política, nos creemos sabedores empíricos de la misma, creemos poseer la verdad absoluta por el hecho de haber portado un uniforme que finalmente era prestado o por haber ocupado en el pasado un cargo de elección popular, conocemos la problemática, pero no somos sensatos a la hora enfrentarla, simplemente por no perder mi posición de lo que quiero, pienso y hago.
Pedimos a gritos la unión del gremio, no obstante, obstinados egos no permiten esa cohesión, abriéndole paso a personajes lóbregos que dicen liderar una población especial como la nuestra, dejando por el piso la dignidad, la honradez y el tesón de quienes pretendemos hacer patria de forma altruista y filantrópica, “líderes” con pies de barro que llegan al extremo de exigir dádivas con el único fin de direccionar el voto de la reserva por un candidato de su interés no solo personal, sino económico.
Debemos construir sobre lo construido, cambiar lo que no sirve, mejorar lo que ya existe, pero nunca pretender iniciar un proyecto desde ceros, caminando sobre lo caminado que no funciono, eso se llama locura, pretender lograr el éxito haciendo lo mismo; y me refiero al escenario calcado política & veteranos.
Quedó impreso en nuestro ADN que la sociedad civil es a la fuerza pública, lo que el agua es al pez, esa fue la aseveración relativa para entender la importancia de tener el apoyo irrestricto de ese blanco audiencia en cualquier escenario, lo integramos a la perfección cuando estábamos en las filas, pero lo olvidamos cuando dimos el paso al costado y colgamos el uniforme.
Es una amalgama de victoria y derrota, por un lado, la conquista por la manifestación masiva en contra de los lineamientos del actual gobierno que se vio claramente derrotado en las regionales, en donde el pueblo demuestra su descontento hacia un giro al modelo zurdo, siniestro (contrario a diestro), el laurel por los veteranos y reservistas que lograron ocupar un cargo de elección popular en Gobernaciones, alcaldías, asambleas departamentales, concejos municipales, el sabor amargo, no haberlo logrado en el Huila. ¡Palabra de Espartano!