Mostrándole videos de armas de fuego, uniformes, fotos donde hay niños reclutados, los victimarios le indicaron a un menor, que va a ganar suficiente capital para que pueda ayudar a su familia, que es de escasos recursos. El allegado del infante invita a las instituciones estatales, a estar pendientes de estas graves problemáticas, porque eso no sucede en los ‘escritorios’.
Este caso se registró en un municipio del sur del Huila, donde ya se habrían presentado hechos similares, pero por el miedo, los afectados, no estarían denunciando los complejos hechos.
El caso denunciado y las promesas
En este sentido, un niño, de quien omitimos el nombre por seguridad, lo abordan dos hombres armados y le relata a un tío, lo expresado por los sujetos. “A mi sobrino lo solicitan dos personas, quienes le preguntan ¿Cuántos años tenía? Le indicaron que ellos sabían cómo se llama el papá, qué hacía y si el menor quería ayudar a los progenitores, para que tuvieran unas mejores condiciones, ellos podían ofrecerle las garantías, para que pudiera lograrlo y es donde él en medio de su inocencia le pregunta ¿trabajar en qué?”.
Uno de los sujetos habría sacado un celular y le mostró videos, donde se ven uniformes. “Él niño dice que las vestimentas son parecidas a las del Ejército, también el victimario le indica que debe aprender a manejar armas de fuego y puede elegir, entre ‘cortas y largas’. De igual manera, el menor señala que le mostraron unas ‘pelotas’ a las que le sacan algo por un lado (granadas) y le dejaron ver imágenes de otros infantes, ya reclutados que vendrían de otros departamentos, para darle confianza”, agregó el denunciante.
Cuando el infante, le indica que se encuentra estudiando: “el reclutador, le dijo que la escuela no servía para nada y si él quería podría llegar a comprarle dos o tres casas a los familiares. El sujeto le dijo que es mejor dejar la Institución Educativa y que se fuera con ellos, quienes lo van a estar esperando y que va a ganar suficiente dinero”.
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¿Reclutan para aumentar pie de fuerza?
Al respecto, Julio Jaime Salas, psicólogo y docente, al preguntarle ¿porque se da el reclutamiento forzado de menores?, indicó: “implica aumentar el ‘pie de fuerza’ militar, recordemos que a los grupos armados, lo que les interesa son dos disputas centrales, las rentas donde controlan los recursos de las economías ilegales y en segundo lugar vigilar los territorios, por ende necesitan más hombres”.
El especialista, señala que a los adultos, es más difícil que se involucren en el conflicto armado, en cambio los menores de edad, se convierten en objetivos de fácil acceso por su vulnerabilidad.
Daños psicológicos causados por los reclutadores
“El reclutamiento forzado, genera impactos subjetivos, familiares, relacionales y comunitarios. En el subjetivo, especialmente es el relacionado con las identidades, porque precisamente en un país como el nuestro, donde existe el conflicto armado, el arma de fuego, se convierte en un instrumento que da ‘poder’. Principalmente, le ofrecen esto a un niño, que está en un contexto vulnerable, porque los ‘escogidos’ para ello, pertenecen a estratos socio-económicos bajos, o a grupos poblacionales como indígenas, afrodescendientes y campesinos”.
El docente indica que hay una ‘dirección’ sobre unas víctimas específicas. Frente a esta dinámica armada, se configuran unos elementos identitarios en términos de poder, y en la edad en la que se encuentran las víctimas y ante la ausencia de reconocimiento social, estatal, se convierte en un elemento que empieza a transformar su personalidad.
“Hay casos de niños que han sido afectados por el bullying en los colegios y cuando encuentran estos espacios de ‘seducción’ a través de las armas de fuego, las aceptan, para afrontar esas lógicas de violencia de las que han sido víctimas. Volviendo al reclutamiento, hay un cambio subjetivo en el menor, modifica sus opciones de proyecto de vida, ya no espera estudiar o trabajar, sino que ve en los elementos bélicos, la posibilidad de ascender socialmente de manera rápida, para acceder a lo que por su condición social, raza, economía, no le permitiría lograr”, añadió el investigador.
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La ‘deshumanización’ de los menores
Asimismo, el psicólogo señala que también modifica su sistema de creencias, porque allí entiende que la forma de relacionarse con otros, de ascender socialmente y de identificarse, es a través de las armas. “Al mismo tiempo cambia la dinámica emocional, debido a que uno de los elementos que logra este proceso de ‘seducción’, es cambiar la estructura psico-afectiva, que implica, su ‘deshumanización’ de a poco. Y este proceso de reclutamiento, viene con pruebas, ¿sobre cómo usar y contra quién usar las armas de fuego?”.
Hace unos años los grupos armados, tenían proyectos políticos-ideológicos. Y ahora las disidencias, al parecer no cuentan con un plan, solo se orientan hacía un sistema de acumulación y riqueza, de mejorar sus condiciones de vida de manera ‘fácil’. Por esto ofrecen poder y dinero a los niños de escasos recursos.
Cambia su roll en la familia
También, “cambia la dinámica familiar, por ejemplo si han tenido ausencias, rupturas en sus hogares o episodios de violencia, con este nuevo ‘poder’, modifican su roll dentro de su núcleo, porque asumen el papel de proveedores, de tomadores de decisiones, porque pueden poner dinero para el sostenimiento de sus allegados e incluso de generar un orden, si hay maltratos”, añadió el psicólogo.
Y en relación al orden comunitario, se alejan de sus grupos sociales, amigos, escuela, vecinos y empiezan a concentrarse, ya en sus colectivos armados, pasando a tener una relación de ‘iguales’, a la de dominación con sus ‘pares’ en los territorios.
Por ende desde las instituciones, se han aliado para prevenir el reclutamiento forzado. “Además, porque es truncar un proyecto de vida, seducir a través de una serie ‘ficciones’, porque así lo han contado los firmantes de paz, quienes narran que en su momento ingresaron a las filas de los ‘armados’, huyendo de la violencia y de la desigualdad social e indican que si hubieran tenido otra posibilidad, habrían elegido otro camino distinto a la violencia”, finalizó el profesor, Julio Jaime Salas.
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Pueden comprarles casa a los familiares
Retomando el caso, el adulto mayor, señaló que el infante le indicó que va a ganar bastante dinero. “Ya él manifiesta que le va comprar tres casas a la mamá, que va mandar a arreglar el domicilio a un tío y que la escuela no sirve para nada”.
El allegado ha intentado buscar rutas de acompañamiento para víctimas de reclutamiento forzado en el Huila, pero no ha sido posible hallarlas. “El caso no ha sido denunciado, porque nadie me prestó la atención que necesitaba con urgencia”. Y al no encontrar un apoyo, el familiar tuvo que pagar la atención que necesitaba el niño y así lo llevó a un psicólogo. Incluso, ya los profesores han llamado a los allegados, para preguntarle sobre el bajo rendimiento académico del infante.
Ya para finalizar, el declarante, hizo un llamado para que las instituciones gubernamentales, estén pendiente y brinden ayuda a las víctimas, quienes se encuentran solas en los territorios y a merced de los ‘armados’. La Fiscalía, investiga seis denuncias de esta problemática.
