Por: Luis Alfonso Albarracín Palomino
Los huilenses tienen grandes expectativas con los gobernantes elegidos el pasado domingo 29 de octubre de acuerdo con sus propuestas presentadas durante la jornada proselitista que se adelantó durante los últimos meses. Una vez conocidos los resultados electorales, se empieza a generar un optimismo sobre los nombres de las personas que lo acompañarán en sus gabinetes. Deben tener una alta preparación académica, intelectual, experiencia administrativa y con buenos antecedentes morales y éticos en el manejo de la cosa pública.
Es indispensable expresar que el triunfo obtenido en las urnas, no se limita a las elecciones. El secreto de su vitalidad está en la participación electoral, sí, pero también en que la gente permanezca atenta al desempeño de los elegidos y, quizás lo más relevante, asuma como principio de vida que la realización individual está atada a la del colectivo, al que inexorablemente pertenecemos. La formulación de políticas públicas debe ser coherentes para atender las múltiples problemáticas que padece la sociedad huilense. Desafortunadamente los recursos son escasos para poder atender las grandes demandas sociales. Por tal motivo, considero que dentro de las iniciativas que tengan los nuevos gobernantes, incorporen la continuidad de las políticas que los anteriores hayan desarrollado durante los últimos 4 años. Cambian las personas, pero, no cambian éstas, que conduzcan a mejorar el nivel de vida de las comunidades.
Atrás quedan las rencillas políticas y la detestable guerra sucia. Borrón y cuenta nueva. Hay que buscar acuerdos con todos los sectores políticos para buscar un gran consenso tendiente a brindar soluciones a las grandes problemáticas que aquejan a la región. Llegan con un panorama muy preocupante en el panorama financiero. Dada la realidad que presentan las finanzas nacionales por su abultado déficit que presenta y que necesariamente se verán reflejados en los recortes obligados a las transferencias de los entes territoriales.
Esta región presenta un rezago en la infraestructura vial. Se debe realizar un intenso lobby en las instancias para que se inicien las obras de la vía 4G que integraría los mercados huilenses con las demás regiones del país y con los países suramericanos. Igualmente deben estructurar unos robustos equipos expertos en la formulación y evaluación de proyectos bajo la Metodología General Ajustada (MGA), con el fin de presentarlos al gobierno nacional y a las instancias internacionales, con el fin de buscar cofinanciación para el desarrollo de grandes obras de alto impacto para el desarrollo de la región. Debemos olvidarnos de ese estilo de seguir gestionando recursos con el mate en la mano, como lo decían nuestros ancestros. Actualmente estas iniciativas gubernamentales, deben quedar plasmadas en proyectos que sean avalados por el Departamento Nacional de Planeación. Hay que cambiar de mentalidad. Todos los congresistas huilenses, gremios económicos, la academia y la opinión pública regional deben acompañar al gobernador y a los 37 alcaldes elegidos para que les vaya muy bien en el próximo cuatrienio. Con ello, nos irá muy bien a toda sociedad en general de este territorio.
El apoyo al sector agropecuario, el impulso a los mercados verdes, ordenamiento territorial, inserción de la economía regional al contexto internacional, apoyo a la Universidad Surcolombiana, fortalecimiento de la educación, salud, servicios públicos, modernización de la Tics, protección de los ecosistemas estratégicos, manejo transparente de los recursos públicos, no olvidarse de las comunidades, son entre otros, los grandes retos que les depara a los nuevos mandatarios, que fueron elegidos.