Por: José Eustacio Rivera Montes
Más que causar la muerte a un paciente de forma deliberada, con la finalidad de poner fin a su sufrimiento, se abre la deliberación nuevamente al congreso de la república, sin éxito en este primer periodo de sesiones ordinarias de la cámara baja y alta, pero que insistirán en julio para volverlo a presentar. La corte constitucional genero su despenalización en 1997, partiendo de que en el código penal colombiano y la constitución política establece el derecho a la vida como inviolable. Se sigue ampliando el debate, de quienes están favor y en contra.
A la fecha se han hecho 123 procesos de eutanasia a pacientes con enfermedades terminales, y que bajo la facultad y decisión de las familias han procedido a esta dura decisión. Lo que se busca es ampliar los protocolos para facilitar este procedimiento que no tiene a hoy muchas facultades jurídicas.
En Holanda, Bélgica y en algunos estados de Estados Unidos, como Obregón han tenido una ruta de desarrollo con mayor discusión y un procedimiento más organizado y sobre todo con la mayor claridad, en Colombia aún no se tiene claridad sobre la misma competencia de la corte constitucional para modificar un precepto establecido por la carta magna, lo que se genera un limbo jurídico para la aplicación de una guía que sea generada por el ministerio de salud y protección social.
En un país tan conservador y cristiano como Colombia, no se ha reglamentado a profundidad por convicciones y posturas de quienes han presidido el gobierno, y los asientos a hoy muy conservadores del congreso de la república. Que la vida dependa de alguien más a la hora de mirar como una carga familiar, o la medicina renuncie a sus facultades científicas es una decisión bastante difícil y profunda desde la ideología religiosa.
Al igual que el aborto, que ha sido reglamentado bajo violación, mal formación congénita o riesgo de vida de la madre, no se ha procesado formalmente al aborto, que desde mi convicción y existiendo vida desde el vientre, es un asesinato adelantado y que puede causar profundas consecuencias de salud a una madre gestante.
La vida es una lucha constante, estamos en riesgo todo el tiempo de la muerte, pero quienes padezcan este tipo de enfermedades de difícil procedimiento, tienen la esperanza divida y científica de poder combatirla. La eutanasia, desde la posición familiar, se convertirá en un nuevo debate de argumentos jurídicos, científicos y hasta religiosos que volverán al congreso el segundo semestre del presente año.
