Nuevamente las operaciones de la Planta de Gas Dina, el campo Palogrande y la Planta de Inyección de Agua Cebú, en el municipio de Aipe, se han visto interrumpidas por el bloqueo que persiste desde hace 14 días en el sector de la vereda San Jorge, sector Alto, donde la comunidad exige contratación de mano de obra local.
Diario del Huila, Panorama
En una situación preocupante, la comunidad de la vereda San Jorge, sector Alto, en Neiva, ha vuelto a realizar bloqueos viales que han estado en curso desde el 24 de noviembre, generando una serie de desafíos que van más allá de las carreteras cerradas. La llamada de atención proviene de Ecopetrol, la principal empresa petrolera de Colombia, que advierte sobre las consecuencias inminentes para las comunidades locales, el medio ambiente y la estabilidad laboral.
Estos bloqueos han desencadenado una serie de eventos críticos en la operación diaria que realiza la estatal petrolera en esta zona del departamento del Huila. Según informaron a través de un comunicado, la Planta de Tratamiento de Gas Dina se encuentra al límite, con la capacidad de almacenamiento de Gas Licuado de Petróleo (GLP) lo que podría acarrear el cierre de la planta con el objetivo de evitar un colapso. La restricción de ingreso de carrotanques para evacuar el producto podría tener un impacto directo en el suministro de energía en tres departamentos del sur del país.
La afectación no se limita solo al ámbito operativo. Esta situación también ha dificultado en algunas oportunidades la entrega de alimentos e hidratación para el grupo de trabajadores de Ecopetrol y las empresas contratistas que se encuentran dentro de la Planta de Gas Dina y la Planta de Inyección de Agua Cebú.
Ante la imposibilidad de prestar los servicios con normalidad, varias empresas aliadas han solicitado a Ecopetrol la suspensión de sus contratos comerciales, lo que afecta de manera directa el trabajo de cerca de 30 personas.
En un comunicado dado a conocer por la estatal petrolera, indica que: “Desde hace 14 días se han realizado diferentes escenarios de diálogo con la institucionalidad y los manifestantes sin que hasta el momento se levanten las vías de hecho”.
Este bloqueo surge como resultado de la reciente formación de una junta de acción comunal que está abogando por la contratación de mano de obra local. Según la información obtenida por este medio, esta comunidad recién establecida en el sector está demandando a Ecopetrol la contratación preferencial de trabajadores locales.
Sin embargo, fuentes consultadas en Ecopetrol, señalan que de acceder a estas peticiones incurrían en una violación de las normas pues el Servicio Público de Empleo no lo permite.
A pesar de los esfuerzos de Ecopetrol por establecer un diálogo durante las últimas dos semanas, los bloqueos persisten, generando preocupación y tensiones en la región. La empresa enfatiza su compromiso con la resolución pacífica de diferencias mediante el diálogo y el consenso, al tiempo que insta a los líderes de la manifestación a reconsiderar las vías de hecho para evitar consecuencias más graves tanto para la comunidad como para la empresa.
Además de las consecuencias para la operación de Ecopetrol, la comunidad ha experimentado un impacto directo en su suministro de Gas Licuado de Petróleo (GLP). Esto ha afectado la prestación de servicios a comunidades en varios municipios, incluyendo Villa Garzón y Puerto Asís en Putumayo, Florencia en Caquetá, Flandes en Tolima, Nariño y Pitalito en Huila. Además, algunas empresas contratistas se han visto obligadas a suspender contratos laborales, lo que afecta los derechos al trabajo de 21 personas.
Ecopetrol ha enfatizado su compromiso con la legislación colombiana y la contratación de mano de obra local. En el departamento del Huila, la empresa genera 1.479 puestos de trabajo a través de sus contratistas, y el 96.4% de ellos corresponden a mano de obra local, lo que equivale a 1.427 personas.
Preocupación
Además, el bloqueo de la entrada a los campos de Ecopetrol ha generado preocupaciones ambientales. La operación de Ecopetrol en la zona conlleva la responsabilidad de garantizar que sus actividades no tengan un impacto negativo en el entorno. La falta de acceso a los campos impide que se realicen actividades de mantenimiento y monitoreo ambiental adecuadas.
Esto podría dar lugar a problemas ambientales graves, como fugas de petróleo no detectadas, daños a la fauna y flora local y contaminación del agua, que afectaría no solo a San Jorge sino también a otras áreas circundantes.
Este bloqueo se une al ocurrido el pasado mes de octubre, cuando la comunidad residente en el sector protestó de manera similar, cerrando el acceso a las plantas y demandando su derecho al agua. Argumentaban que, a pesar de la presencia de la empresa petrolera, los acuerdos previamente establecidos no se estaban cumpliendo desde hace más de 10 años, frustrando sus aspiraciones y necesidades fundamentales de acceso a agua potable.
Ecopetrol advierte que de persistir los bloqueos se pone en alto riesgo el medio ambiente y la integridad de la operación, puesto que no se han podido realizar las actividades propias del mantenimiento de los campos, el apagado correcto de los pozos, la evacuación de Gas Licuado de Petróleo de la planta de gas y, en caso de presentarse un incidente, no habría disponibilidad de personal y equipos para su atención.
