En medio de la compleja discusión sobre el salario mínimo en América Latina para el año 2023, Colombia se destaca por tener uno de los salarios más bajos de la región, situándose en torno a los US$242. La primera fecha límite de concertación concluyó sin acuerdo entre las partes, generando preocupaciones sobre las condiciones salariales en el país.
A diferencia de Colombia, México y Chile lograron pactar incrementos significativos del 20% en sus salarios mínimos. En México, este histórico aumento resultó de negociaciones entre organizaciones sindicales, centrales obreras y la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex). En Chile, el presidente Gabriel Boric implementó un aumento gradual con el objetivo de alcanzar un tope de US$580.
Argentina, por su parte, enfrenta la inflación y ha optado por incrementos graduales cercanos al 12% a lo largo del año.
Según el ranking de salarios mínimos para 2023, Costa Rica lidera la región con US$610, seguido por Chile y Ecuador, ambos con US$475.
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Juliana Morad, docente codirectora del Observatorio Laboral de la Universidad Javeriana, señala que, a pesar de estar por debajo de varios países en salario mínimo, Colombia supera a naciones como Argentina, Uruguay, República Dominicana y Venezuela.
Morad destaca que la fijación del salario mínimo en Latinoamérica tiene similitudes importantes, aunque cada país aborda el proceso de manera única. Menciona la posibilidad de fijar salarios diferenciales por sector en Uruguay y Paraguay, destacando un debate emergente en Uruguay sobre salarios por sector económico.
La discusión en Colombia se vio afectada por la falta de acuerdo en la primera fecha límite para definir el incremento del salario mínimo para 2024. Los sindicatos y centrales obreras proponen un aumento del 18%, mientras que los sectores privados respaldan un incremento del 12%. La mesa de concertación se retrasó para permitir contactos bilaterales en busca de un acuerdo que beneficie a trabajadores y empleadores por igual.
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