ALFREDO VARGAS ORTIZ
Orgullosamente Docente de la Universidad Surcolombiana
Doctor en Derecho Universidad Nacional de Colombia
Son muchos los temas que nos deja el año 2023, dentro de los que se cuentan la variación al alza del precio de la gasolina, la imposibilidad del gobierno nacional y de los gobiernos departamentales y municipales de detener la oleada de crímenes y masacres a lo largo y ancho del país, el desempleo, la pobreza extrema, la bajísima calidad educativa que por orden de las pruebas PISA, confirma un deficiente sistema educativo público y privado que está lejos de ser un sistema que responda a las necesidades de la formación integral, en un mundo globalizado que exige que hoy nuestros estudiantes tengan suficiencia en las competencias lectora, competencia matemática y competencia científica.
El resultado de las elecciones nos muestra igualmente que falta mucho por hacer en nuestro sistema democrático, pues si algo quedó claro es que los clanes políticos y los aliados de la politiquería y la corrupción barrieron en las elecciones y será muy poco lo que se logre avanzar, precisamente con los que son responsables del atraso que tienen nuestro país, pues a ellos nada les interesa distinto que llenar sus bolsillos con el dinero público.
En esta medida es fundamental, que la sociedad en su conjunto presione a los mandatario locales y departamentales para que se alineen en este 2024, con el gobierno nacional para sacar adelante la reforma a la educación, el fortalecimiento de los planes integrales de seguridad y convivencia ciudadana, los diversos acuerdos y propósitos de la apuesta de paz total, para hacer frente al terrible oleaje de delincuencia organizada y delincuencia cotidiana que pone en entre dicho las potencialidades que tenemos para ser una verdadera potencia mundial en turismo y por ende, crear los empleos necesario para combatir la pobreza.
Igualmente le corresponde a las organizaciones de base y a todos los gremios presionar cambios necesarios en términos de fomentar la transparencia en la administración de lo público, para evitar que los recursos públicos se despilfarren como ocurrió en la ciudad de Neiva en donde se encargaron del saqueo más desmedido y deshonroso de la historia, con el saliente e innombrable alcalde que con la complicidad de muchos líderes que hoy por des fortuna seguirán en el poder a cuenta de los mandatarios entrantes y de la ocupación de cargos en la asamblea y concejo de nuestra ciudad.
Neiva y el Departamento del Huila tienen enormes potencialidades para tener un sistema educativo memorable si todos en conjunto nos asociamos para seguir la causa común para que ningún niño se quede fuera de las clases, para que tengan alimentación escolar y transportes suficientes y oportunos, para que mejore sustancial y definitivamente la calidad de nuestra educación, invirtiendo en infraestructura educativa, formación docente, tecnología y dotación de todos los escenarios educativos.
En este propósito el liderazgo de la Universidad Surcolombiana, es definitivo, de poco sirve la acreditación institucional de alta calidad si le damos la espalda a los retos que hoy nos propone la crítica situación de nuestros sistemas educativos y de los diversos problemas sociales a los que la Universidad le puede hacer frente común, comenzando por realizar cambios serios a las elecciones internas que hoy parecen una deshonrosa elección que hace honor a la politiquería tradicional. La esperanza es lo último que se pierde y tenemos que trabajar fuertemente para que el Huila sea ese paraíso que tanto anhelamos donde florezcan los sueños de todos.
