A pesar de que se han registrado algunas lluvias en el Huila, el Fenómeno del Niño sigue siendo una preocupación latente, ya que se espera que perdure hasta finales del primer trimestre del 2024. En este contexto, surge una creciente inquietud por las repercusiones que ha venido teniendo en la agricultura colombiana.
Diario del Huila, Economía
El fenómeno de El Niño, que se espera que persista hasta el final del primer trimestre de 2024, está dejando su huella en la agricultura colombiana, especialmente en regiones clave del país. Según el Boletín Agroclimático de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (Pura), se anticipa un déficit hídrico de alrededor del 70% en la frontera agrícola, con variaciones en el comportamiento de las lluvias que afectarán a las regiones Caribe, Andina y Orinoquía.
En la Costa Atlántica, los efectos del déficit hídrico amenazan a cultivos permanentes como frutales y siembras tardías de ciclo corto, así como las plantaciones de banano y plátano. En la Orinoquía, tanto las siembras permanentes como las de ciclo corto, como el arroz secano, se encuentran en riesgo.
La Región Andina, conocida por su diversidad agrícola, enfrenta desafíos significativos. Cultivos de ciclo corto como arroz, cebolla, papa y hortalizas son propensos a sufrir las consecuencias de El Niño. Además, los productores de esta zona deben prepararse para posibles heladas, especialmente en la parte norte y centro, donde se espera una disminución significativa de las lluvias.
Los cultivos que sufren mayores impactos debido al fenómeno de El Niño incluyen la yuca, la Palma Africana, el banano, el arroz, la papa, el maíz, el algodón, la caña panelera, el plátano, el cacao y el café.
Óscar Darío Ramírez, director del Programa de Transferencia de Tecnología de Fedecacao, advierte sobre la sequía prolongada: «La falta de agua puede afectar las plantaciones, especialmente cuando el cultivo es menor de dos años». Subraya la importancia de extremar las medidas para mantener la humedad de las plantas.
Margarita Ramírez, investigadora de Agrosavia, destaca que los cultivos permanentes, como la caña panelera, caucho, maíz, hortalizas, palma africana, papa, yuca, arroz y árboles frutales, se verán afectados tanto por la sequía como por el aumento de la temperatura.
También advierte que estos cultivos se pueden ver perjudicados no solo por la sequía, sino también por la presencia de plagas y enfermedades, que se pueden incrementar bajo estas condiciones ambientales.
Por lo general, precisa, que quienes se arriesgan a sembrar para esta época del año, es porque disponen de sistemas de riego, lo cual les permitirá tener un buen rendimiento e ingresos, porque muchos agricultores no van a cultivar por temor a tener pérdidas por la falta de agua.
En el informe de Política Monetaria 2023 del Banco de La República, se subraya que El Niño impacta negativamente en la producción pecuaria, especialmente la bovina, y reduce los rendimientos de los cultivos en aproximadamente un 5%, con mayor dureza en las regiones Caribe y Andina.
Las cifras que estima la FAO en el agro
Según la FAO, el mayor impacto se espera en la segunda temporada agrícola del maíz, de agosto a noviembre, representando el 40% de la producción anual en Colombia. Además, se anticipan efectos en cultivos esenciales para los pequeños productores, como el café, el emblema del agro colombiano.
El Ministerio de Agricultura advierte que muchos agricultores, temiendo pérdidas por la falta de agua, podrían abstenerse de cultivar en esta época del año. Aquellos que cuentan con sistemas de riego podrían tener un rendimiento satisfactorio, pero la incertidumbre prevalece en un escenario donde El Niño desafía la seguridad alimentaria y la estabilidad económica de los agricultores colombianos.
Lo que se espera
Con la declaración oficial del fenómeno de El Niño por parte del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), el pasado mes de noviembre, cuya intensidad se estima que alcanzará su punto máximo en los meses de diciembre y enero, ya se anticipa el impacto que tendrá en la economía debido a la reducción de las lluvias. Analistas señalan que los sectores más perjudicados serán la pesca, la producción agrícola y los bosques.
En la categoría de los tubérculos y frutas, como la papaya o el plátano, así como en general, los cultivos de las regiones Pacífica, Caribe y Andina, serán los más vulnerables ante la intensidad y prolongación de El Niño. El Grupo de Investigaciones Económicas de Corficolombiana reveló, basándose en el comportamiento histórico, que, durante los periodos de activación de El Niño, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del sector agropecuario disminuye aproximadamente en 0,5 puntos porcentuales.
Según las proyecciones del Ideam y de agencias internacionales en climatología, como la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (Noaa), se espera que El Niño alcance su máxima intensidad entre diciembre y enero, con sus efectos disminuyendo a lo largo del primer semestre de 2024. La concentración de la intensidad en diciembre refuerza la preocupación sobre los posibles impactos a corto plazo en la economía, especialmente en los sectores ya mencionados.
Los pronósticos indican que la situación podría afectar significativamente la seguridad alimentaria y la producción, generando desafíos adicionales para los agricultores y pescadores. Las autoridades y actores relevantes deberán estar atentos a las medidas de mitigación y adaptación necesarias para contrarrestar los efectos adversos previstos durante el periodo crítico del fenómeno de El Niño.
La incidencia del fenómeno de El Niño se ha manifestado de manera considerable en el norte del Huila, generando un impacto significativo en la siembra de cultivos. A pesar de que varios agricultores continúan adheridos a fechas tradicionales para la siembra, el cambio climático está perturbando esta práctica y conllevando a daños notables en los cultivos.