LO BUENO – La Familia. Aun, por fortuna tenemos en Colombia como base de la sociedad al núcleo familiar muy arraigado en la conciencia nacional y es la fortaleza que une a los colombianos ante cualquier adversidad.
Históricamente así ha sido, y de esa manera lo hemos experimentado en carne propia. Tengo una familia como la tienen la inmensa mayoría de ciudadanos en mi pais. Es el soporte de toda comunidad, en donde hemos aprendido los valores que practicamos en la cotidianidad, y su conjunto constituyen la base para el desarrollo y progreso de la sociedad. Me precio de tenerla desde hace 57 años, lo que me ha dado una gran estabilidad emocional y la fuerza necesaria para creer que daría la vida por mi familia.
LO MALO. – El desbarajuste institucional por el que estamos transitando a causa del mal gobierno que equivocadamente un grupo mayoritario de ciudadanos eligió en el año anterior.
No digo que el descuadernamiento económico y social se le achaque a su partido y a su gente, sino a quien engatuso con promesas de cambio a la sociedad colombiana, y que ha resultado un verdadero fiasco. En él, y en su familia, no existen los valores que son base de la misma y, por lo tanto, no pueden practicarlos y colocarlos a favor de nuestra sociedad para su desarrollo y progreso. Una colosal frustración vive hoy casi once millones de compatriotas que esperaban un cambio, y en su lugar, han encontrado un verdadero desengaño.
Lo que vemos es un conjunto de personas agrupadas por intereses particulares, extravagancias inusuales, que han llegado a convencerse, desde el poder, que son intocables y, en tal sentido, pretenden hacer con el pais lo que les viene en gana. Solamente les recuero lo que dijo, Juan Shiaretti: “el poder es efímero, yo he visto a muchos dioses caídos. Pronto se les acabara el periodo, (donde prometieron como todos) el “cambio” y se comportan ya en el poder como los que criticaron hace 4, 8 o 12 años: despóticos, nepoticos, corrompidos, rosqueros, arrogantes, alejados del pueblo y sinvergüenzas”
LO FEO. – La desaforada violencia que amenaza como nunca la democracia, la libertad y el orden institucional que nos causa dolor de patria.
La debilidad del gobierno es evidente y el fortalecimiento de los grupos armados al margen de le ley es el común denominador que se vislumbra en todo el territorio nacional.
Nunca como ahora se había visto ese flagelo insurreccional. Grupos como las Farc con disidencias marcadas desdibujan la política de paz del gobierno de Juan Manuel Santos. Y al ELN que no ha superado el odio de clases y el desprecio por la vida de sus compatriotas. Unas bandas de vándalos legitimados por el gobierno nacional y un escalamiento de lucha de clases que creíamos ya superada. Feliz navidad para todos les deseo desde esta tribuna de la democracia, y un año 2024 venturoso, con ánimo de lucha para superar con firmeza el dolor de patria. Julio Bahamon