A las autoridades económicas no les salen las soluciones que han ideado, las justificaciones se entienden, no hay contundencia para hacer que la economía vuelva a seguir con el sendero económico que se tenía en los años anteriores. La estructura productiva del país se siente un poco aliviada por el inesperado bajonazo del precio del dólar, que durante los ‘últimos 18 meses, de acuerdo con el Sistema Electrónico de Negociación (ST-FX) de la Bolsa de Valores de Colombia haya caído a los $3.843,9, la más baja durante el periodo mencionado. Sin embargo, ese no fue el precio mínimo al que se negoció la divisa estadounidense en Colombia hace dos días. Según dicho sistema de negociación, por un solo dólar se alcanzó a pagar 3.817 pesos, mientras que la tasa máxima de esta jornada se situó sobre los 3.870 pesos. La última vez que el dólar en Colombia alcanzó un precio tan bajo fue el 10 de junio del año pasado, cuando la tasa oficial se situó sobre los 3.833 pesos, según estadísticas del Banco de la República.
Los permanentes movimientos que se están generando durante estos días, están favoreciendo a las organizaciones privadas, que están sometidas a exportar sus mercancías. Los impactos del bajonazo esta divisa tiene dos caras, que empiezan a favorecer el turismo internacional de los colombianos que salen a disfrutar sus vacaciones y por otro lado las finanzas nacionales se ven favorecidas por la reducción de los recursos del Presupuesto General de la Nación destinadas al pago de la deuda externa. En días recientes, la cotización del dólar en Colombia no solo ha convertido al peso en una de las monedas emergentes más revaluadas del mundo, sino que también ha roto la barrera simbólica hacia la baja de los 4.000 pesos. Es el reflejo del precio de la divisa que está decreciendo y se aleja de esta frontera.
Los vientos de incertidumbre que rodea la economía colombiana, por las decisiones que han tomado las autoridades monetarias del país, se han empeorado con los sucesos que actualmente presenta el escenario internacional. Así el peso colombiano se ubica por encima del real brasileño y el peso mexicano, dos de las economías más desarrolladas de la región. Incluso, a nivel mundial solo es superado por el afgani de Afganistán, que tuvo un aumento del 27,51 por ciento en el 2023. El listado de Bloomberg deja ver que el año que termina, el peso colombiano se revaluó 23,11 %, con una amplia ventaja sobre la segunda moneda más revaluada de América Latina que fue el peso mexicano con un incremento de 18,83 por ciento frente al dólar. Igualmente nos enfrentamos al temor de una recesión mundial. Colombia no se sustrae de este panorama preocupante.
