Por: Hugo Fernando Cabrera Ochoa
Culminado el gobierno del ingeniero Luis Enrique Dussán López, de quien fui, con seguridad, el principal defensor ante los ataques mediáticos por parte de aquellos que estaban desinformados de su ejecutoria, y habiendo escrito un sinnúmero de columnas durante el pasado cuatrienio, en las que narré en detalle, cada acción, proyecto y obras del gobierno, como seguramente ningún otro columnista huilense – obviamente como parte de mi labor como coordinador de comunicaciones del mencionado mandato – debo señalar que como todo en la existencia humana, los procesos tienen un principio y un fin.
Muchos dicen en su abierta expresión, que, lo pasado – pasado; que el futuro es adelante y que no hay que mirar por el espejo retrovisor; que hay que darle vuelta a las páginas del libro para poder avanzar en la historia que se cuenta a través de ellas y que la vida es como una bicicleta, en la que para mantener el equilibrio y avanzar, hay que ir hacia adelante.
La verdad es que no hay carrera sin un arranque, sin una apertura, sin un inicio, sin un, listos, fuera; y precisamente en un gobierno, ese comenzar se da con la conformación de un equipo de trabajo, compuesto por un grupo de personas que debe hacer parte de un engranaje que genere una fuerza natural denominada sinergia.
En el caso del comienzo de una administración, es fundamental revisar, estudiar y conocer a la perfección, lo que viene y cómo viene, así que aquí no aplica lo de ignorar el pasado, haya sido bueno o no haya sido satisfactorio, porque tanto los aciertos como los errores se deben examinar, para continuar con los primeros o corregir los segundos, de eso no cabe la menor duda.
El actual gobernador, Rodrigo Villalba Mosquera, tiene más que clara la manera como se dirigen los asuntos públicos de un territorio como el Huila, de hecho, en su paso por la gobernación de este departamento, en el periodo comprendido entre los años 2004 y 2007, a la región le fue supremamente bien, pues en este periodo de tiempo se erigieron importantes obras de infraestructura, se apoyó fuertemente al sector agropecuario, y es claro que gracias a su iniciativa, hoy la tierra opita es potencia nacional, indiscutible, en producción de café.
Tras la conmemoración de los cien años del departamento del Huila, se mejoraron los parques principales de los 37 municipios que lo conforman, desarrollando en cada uno de ellos un plan fachadas, engalanando las calles aledañas a los mismos. Hoy en día, la mayoría de ellos conservan esa sala de recibo en perfecto estado, tal y como fue dejada en la administración de esa época.
Para seguir avanzando en el crecimiento y desarrollo del departamento, el gobernador Villalba Mosquera propuso en su campaña cinco pilares sobre los cuales desplegará todo su accionar para construir un “Huila Grande”, esos cinco elementos son: alianza para la seguridad y el buen gobierno, alianza para el progreso social, alianza para el desarrollo económico y la regionalización, alianza para la sostenibilidad y alianza para un Huila rural más productivo y sostenible.
Estamos ante el arranque de un gobierno que promete cumplir lo propuesto, y creo, plena y positivamente que lo va a lograr. Le haremos seguimiento.