En medio de la cruda pandemia del Covid que está atravesando la sociedad colombiana, que ha provocado la más profunda crisis social y económica que presenta el país, el gobierno nacional presentó a consideración del Congreso de la República, la Ley de Reforma Sostenible que busca modificar, la estructura tributaria. Es inaudito que sea el único país del planeta, que busca la recuperación económica a través de seguir exprimiendo los escasos recursos que perciben las personas. Así las autoridades económicas busquen por todos los medios de comunicación un respaldo ciudadano con este esperpento de iniciativa tributaria, lo que están generando es el más alto rechazo de la opinión pública en los diferentes sondeos de opinión de favorabilidad del presidente Iván Duque Márquez y del movimiento Centro Democrático que va a ser el sector político más afectado electoralmente en las próximas elecciones.
El Ministerio de Hacienda espera que con esta reforma tributaria se logre un recaudo de $23,4 billones, de los que $7,3 billones se recaudarían a través del IVA, $17 billones se lograrían a través de los impuestos a las personas naturales, y $3,7 billones por los gravámenes a las personas jurídicas.
Lo anterior no se compadece con todos los colombianos, si el aumento de los ingresos del salario mínimo apenas alcanza para cubrir el incremento de la tasa de inflación y un nuevo gravamen implicaría una mayor pauperización de las familias colombianas, que se encuentran cansadas de la alta carga tributaria. Lo anterior ha generado un rechazo general de todos los sectores productivos y de los agentes económicos. Lo que, si es inadmisible, es que se reducen las tasas de impuestos para los conglomerados económicos. De acuerdo con las cifras emanadas del Ministerio de Hacienda, solo 3.000 empresas, que equivalen al 1 por ciento de las personas jurídicas establecidas en Colombia, aportan cerca del 80 por ciento de los ingresos de renta, lo que demuestra la más alta tasa de inequidad y de desproporcionalidad.
Se deben buscar nuevas alternativas para subsanar este déficit fiscal que presentan las finanzas públicas del gobierno nacional. Hay que adoptar medidas severas para combatir la evasión y la elusión. Inclusive algunos expertos económicos han planteado una idea descabellada para los ortodoxos monetaristas. ¿Porque no se explora la posibilidad de emitir dinero? Lo han realizado en otrora, los Estados Unidos y la Unión Europea, con el fin de superar las crisis fiscales profundas que han tenido durante las últimas décadas. Lo que debe primar, ante todo, es el bienestar de todas familias colombianas y no ahondar más la tragedia social y económica en que se encuentran sumidas. Esperamos conocer la decisión que asumirán los ocho congresistas huilenses frente a esta nefasta reforma tributaria.