La iniciativa que tuvo el exalcalde de Neiva Pedro Hernán Suárez en la vigencia 2014, de contratar la construcción de las emblemáticas obras escultóricas alusivas a los pasos del icono sanjuanero huilense, están siendo desmanteladas por la delincuencia que permanentemente desarrollan sus prácticas ilegales, sin que existan los suficientes controles de las autoridades. Este proyecto les costó a los neivanos la suma de $4.415 millones y se finalizó durante la administración de Rodrigo Lara Sánchez. Desde sus inicios, algunos residentes de la ciudad perpetraron actos de vandalismo en contra de él. La falta de cultura de estos desadaptados sociales, demuestran la decadencia en que se encuentran algunas minorías de estos sectores poblacionales, cuyo fin es destruir y hurtar cables de telefonía, televisión, dispositivos metálicos, semaforización, entre otros, que están generando un caos en el ornato, seguridad ciudadana y una afectación al bienestar de la sociedad neivana.
Lo anterior, no lo podemos seguir permitiendo. Inclusive el robo continuado de cable para el alumbrado público, especialmente en esta avenida, aumentan la inseguridad y el peligro para los vehículos y transeúntes que circulan por esta vía arterial que permite el acceso y salida por el sur a la ciudad de la capital del departamento del Huila. La avenida Inés García de Durán en Neiva es sin duda la ruta más representativa de la cultura huilense; un lugar que rinde tributo al folclor del departamento y a la creadora de la coreografía del Sanjuanero Huilense. Sin embargo, una vez más, los amigos de lo ajeno siguen apuntando a este sitio emblemático de la ciudad. El vandalismo ha afectado las esculturas que simbolizan el icónico baile del Sanjuanero Huilense, parte integral del Festival del Bambuco, lo que ha causado consternación en la comunidad.
Desde esta tribuna de opinión hemos venido denunciando esta problemática urbanística que presenta esta localidad. El sector se encuentra en total abandono, quedando a merced de la delincuencia y dueños de lo ajeno. Además de la degradación física de las esculturas, el sitio turístico se encuentra en un estado de total abandono por parte de las entidades gubernamentales. Originalmente concibieron este proyecto para embellecer y decorar la ciudad, pero se ha convertido en uno de los lugares más inseguros de Neiva. Está rodeado de maleza y a merced del vandalismo de delincuentes que lo visitan diariamente. Caminar por la avenida Inés García de Durán y observar las figuras escultóricas es una experiencia inquietante, ya que en cualquier momento una persona podría ser víctima de la delincuencia.
Consideramos que la administración municipal debe generar las condiciones con el apoyo de la ciudadanía para recuperar y proteger estas emblemáticas figuras, que representan una de las tradiciones culturales más importantes de los huilenses. Otras regiones del país nos brindan ejemplos que debemos imitar en la protección de estas esculturas al sanjuanero huilense.