No, a la intervención ni a la venta de Electrohuila ni de La Lotería del Huila.
Hoy no voy a hablarles de política. Me ocupare de algo que está gravitando en la opinión pública y que gira, alrededor de la venta de unos activos de la nación y del patrimonio del departamento, dentro de los cuales se encuentran valiosos bienes del Huila y de otras regiones del país. Se especula mucho a raíz de las declaraciones dadas al periódico La nación, por parte del actual gobernador.
Vender activos de la nación o de los entes territoriales es procedente, siempre y cuando, esos bienes sean una carga para las finanzas del país, pero cuando los mismos sean evidentemente productivos, existe la certeza que se estaría frente a una flagrante violación a la constitución colombiana.
Pues bien, desde hace unos años, el anterior gobierno y, ahora el actual, han venido adelantando negociaciones con sectores de economía mixta. El de Duque, lo adelanto con EMGESA y con EMCALI con quienes quisieron provocar, aceleradamente, la venta de unas acciones en empresas altamente productivas, como son las electrificadoras de los departamentos del Huila, del Caquetá, del Cauca, del Meta y de Nariño.
Ahora, el velado anuncio lo hace el Gobernador Villalba a escasos 8 dias de haberse posesionado. Increíble que su antecesor, el leal discípulo, no hubiera estado al tanto de la situación, y que entonces su jefe y mentor, el actual gobernador, sea quien se diera cuenta de la situación para salir ahora como salvador de las mismas. Que la Lotería del Huila, que dice está atravesando dificultades económicas, no especifica las causas de su estrangulamiento. Sera, ¿Por la alta burocracia?, ¿por excesivos gastos publicitarios?, ¿por derroche y corrupción en sus sorteos? Es claro que enajenar la empresa colocaría en riesgo los aportes que le viene haciendo a la salud de los Huilenses.
Recordemos que, en épocas pretéritas, otros mandatarios vendieron, la Beneficencia del Departamento, La Industria Licorera del Huila, los talleres y la maquinaria de la secretaria de obras públicas, las acciones de Alcanos, etc. ¿Qué nos quedó? Lo poco que ahora quieren vender. ¿Y si las enajenan pasado mañana?, ¡Nada!
Del anuncio hecho por el primer mandatario, las ventas o intervenciones, a las entidades enunciadas se quieren hacer por la vía más expedita, verbo y gracia, a través de convenios interadministrativo, o fast track, o lo que, de manera eufemística, lo dijo el Dr Villalba, por “tercerización de sus operaciones, que es lo que está de moda: entregarle la operación de las empresas productivas del Huila a privados, al igual a como lo hizo Gorky Muñoz con el servicio de alumbrado público de Neiva, que se lo entrego en concesión por 15 años al cuestionado “turco” Hilsaca, para quedarse los negociadores con el santo y la limosna.
Por lo anterior, solicito respetuosamente a la ciudadanía que nos preparemos para defender nuestro patrimonio; no aceptaremos como solución, a la supuesta crisis, la intervención porque no vemos que esa sea la opción para arreglar el problema. Una posibilidad podría ser que la nación asumiera el valor de la opción tarifaria de cerca de $65.000 millones de pesos con el fin de no trasladarle ese costo al usuario. Otra posibilidad, seria capitalizar, vía inversión, las utilidades no repartidas de cerca de $209.000 millones de pesos que se encuentran en una cuenta de reserva para fortalecer el negocio de generación de energía, abandonado por razones aun no explicadas. Apoyar a los directivos de la empresa en proyectos rentables de diversificación de los servicios, es lo indicado. Apoyar la potencial generación regional de energía eléctrica para vender, igualmente autorizando proyectos de paneles solares, servicios eléctricos para cosntruccion, prestarles a los municipios la administración y reposición de sus alumbrados públicos, y que tal, celebrar convenios para poder utilizar la posteria publica para el cubrimiento del servicio de Internet con el Mintic. Existen, por lo anterior, opciones distintas a las de intervenir a las empresas. Son otras acciones, administrativas, financieras y económicas eficaces que se requieren hacer, antes de intervenirlas, a fin de conservarlas como patrimonio regional y llevarlas a ser unas empresas productivas que generan utilidades y garanticen empleo para los Huilense. Julio Bahamon Vanegas.
