ALFREDO VARGAS ORTIZ
Docente Universidad Surcolombiana
Doctor en Derecho Universidad Nacional de Colombia
Desde hace rato he venido observado y actuando con acciones de mejora desde mis posibilidades en la actual crisis de la ciudad y el departamento, las calles de Neiva dan vergüenza, sucias, inseguras, abandonadas a su suerte, llenas de huecos, personas en situación de calle, consumidores de sustancias alucinógenas, borrachos, ambulancias endemoniadas, invasiones en el espacio público, ruidos por doquier, conductores que violentan las normas de tránsito, limpiadores de vidrios y vendedores ambulantes que se rebuscan ante la falta de oportunidades. Con todo y eso, yo vivo feliz en Neiva, la tierra donde conocí el amor de mi vida, donde nacieron mis hijos y donde me he formado como profesional en mi amada Universidad Surcolombiana, y donde he podido crecer como emprendedor y, sobre todo, en donde está ahora mi familia con mi padre, madre y hermanos luego de dejar nuestro hermoso pueblo de Algeciras.
Pese a estas dificultades nunca he pensado en vivir en otro lugar, salvo para ir a vacaciones o a estudiar, como diría el líder entrañable Rodrigo Lara Bonilla, yo “vivo en Neiva o en París”, y por eso vale la pena esta hermosa ciudad que a pesar de las malas administraciones no puede borrar que estamos rodeados de gente buena, trabajadora, honesta, emprendedora y amable y que aquí se viven las mejores fiestas del mundo en el San Pedro. Yo no me voy a margar la vida porque a unos malandros le vaya bien robándose a Neiva, a ellos les llegará el día en que la justicia humana o divina les cobre su desfachatez de traicionar al pueblo que los eligió.
Como las cartas están echadas y el pueblo ya decidió quienes nos van a gobernar por los próximos 3 años, 11 meses y 7 días, estoy esperando ansioso a que nuestros líderes municipales y departamentales nos convoque ahora sí a materializar las promesas de campaña, a recuperar a Neiva de German Casagua y a un Huila Grande de Rodrigo Villalba. Frente al primero no espero menos que un proceso de reestructuración inmediato para acabar con ese gran número de asesores de despacho, oficinas inoficiosas como por ejemplo la dirección de asuntos religiosos, que incluso controvierte lo que John Locke (filósofo y médico inglés, considerado como uno de los más influyentes pensadores del empirismo inglés y conocido como el «Padre del Liberalismo Clásico») señala sobre la no injerencia en asuntos religiosos por parte del Estado tal como lo consagra nuestra constitución política de 1991. La misma suerte debería seguir mujer, infancia y adolescencia, juventud entre otras, que más que secretarías necesitan inversión real y oportuna, que se fuga hoy en nóminas y puestos burocráticos.
Al gobernador y alcalde los espero ver liderando una gran campaña contra la inseguridad, pues al Huila se lo tomaron la extorsión y la violencia, los homicidios, las lesiones personales, la violencia contra la mujer, nuestros niños y ancianos. Situaciones que son la suma de muchos factores que implica incluso medidas urgentes por parte del gobierno Nacional. Al gobernador y al Alcalde les pido que nos convoquen que hoy tienen a su cargo muchos billones de pesos y personal, para materializar sus promesas, cuenten con nosotros que nos duele que nuestro paraíso por descubrir se marchite en medio de la desidia y el abandono.
