El común denominador que existen en los municipios cuando existe la cultura de irrespetar las normas de tránsito, es el desorden vial que corroe las sanas costumbres en los ciudadanos y que se convierten en conflictos cuando las autoridades intervienen para corregir las diferentes contravenciones que se presentan por violaciones al Código Nacional de Tránsito. A nadie le gusta que le impongan un comparendo porque afectan el bolsillo de las personas, lo cual se convierten en algunas ocasiones en respuestas que van acompañadas de ofensas verbales, e inclusive con actos violentos contra los servidores públicos que los recriminan por tales actos. En las redes sociales y en los medios de comunicación se difunden periódicamente noticias e imágenes sobre tales eventos, que generan malestares en la sana convivencia ciudadana.
Las normas de tránsito en Colombia siempre están a la penúltima moda, mientras en otros países hay estrictas reglas para movilizarse en carros, motos, bicicletas y ahora patinetas, por las distintas vías de las ciudades, como ocurre en la capital del departamento del Huila, donde reina el caos. Es común ver carros y motos que se pasan los semáforos en rojo, cruces prohibidos, mal estacionados, circulación de vehículos de carga en vías inadecuadas, circulación de bicicletas en medio de los carros e incluso por los carriles centrales de las calles, motos que adelantan por la derecha, y hasta ciclomotores de gasolina o eléctricos, en medio de las ciclo-rutas hechas solo para bicicletas y caminar. Todo lo anterior se ha vuelto paisaje en este territorio.
Es un hecho que transitar en Neiva es una de las peores experiencias de movilidad a nivel local. Los únicos culpables de esta cruda realidad son las autoridades de tránsito, desde el Ministerio de Transporte, hasta el policía o agente vial, pasando por las secretarías de movilidad, por la Agencia Nacional de Tránsito y por todas esas oficinas y entidades que no son eficientes en modernizar las reglas de transporte. Así sean medidas antipopulares, se recomienda al alcalde de Neiva, que se implementen las fotomultas. Con esta medida draconiana, empezaríamos por las buenas y a las malas a respetar las normas de tránsito y a tener conciencia vial. Hay que aplicar las Tics. La inteligencia artificial. Respetado alcalde Germán Casagua, no le de miedo adoptar esta medida antipopular. Es por el bien de Neiva.
Con tal decisión de política pública, no volveríamos a ser testigos de los enfrentamientos que a veces ocurren entre los guardas de tránsito y los conductores y motociclistas que son sorprendidos violando la normatividad existente. Inclusive se evitarían accidentes y los abusos de algunas autoridades, que, aprovechando su poder, se sobrepasan en la aplicación de las sanciones que estipula la Ley. Las cámaras no mienten. Amárrese los pantalones. Dura es la Ley, pero es la Ley.