Por: Álvaro Hernando Cardona
En el año 2016, el Instituto de investigación e información ambiental, Ideam, advirtió que conforme con estudios que había adelantado, el fenómeno de la variabilidad climática en Colombia hace que unos 17,5 millones de colombianos permanezcan vulnerables frente a sus efectos. Recomendó que acorde con lo ordenado por el Artículo 8 de la Constitución Política, el gobierno, los gremios, el sector privado, la academia y la sociedad, integralmente deben abordar esta problemática sin pérdida de tiempo y planteó la necesidad de construir embalses multipropósito (para suministrar agua para consumo humano de manera prioritaria y garantizar la seguridad alimentaria) en todas las regiones colombianas o acelerar la transición energética.
También el Ideam, mostró sus proyecciones que demuestran que en los próximos 6 años la demanda de agua en el país va a sobrepasar los 63.000 millones de metros cúbicos, prácticamente duplicando la actual de cerca de 35.000 millones de metros cúbicos. Para ella, la principal amenaza para las cuencas hidrográficas es la deforestación, asegurando niveles de pérdida de 16 hectáreas de bosque natural por hora, sumando más de 140.000 hectáreas erradicadas indiscriminadamente año. También son amenazas las cargas sólidas y contaminantes que reciben las fuentes hídricas, estimadas en 918.000 toneladas año, incluidas allí unas 205 toneladas de mercurio, 2.500 toneladas de fertilizantes y 11.000 de pesticidas,aproximadamente.
Destacamos que este informe advierte sobre la necesidad de mejorar el uso del suelo urbano (el 83% de unas 310 cabeceras municipales del país se encuentran en riesgo de desabastecimiento de agua).
En nuestro criterio los conceptos y técnicas de “cosecha del agua” y el mejor aprovechamiento de la distribución urbanística pueden racionalizar no solo el uso de aguas, empezando por las lluvias, sino la distribución y el consumo.Esto sí que sería bueno en Neiva, Mocoa, Florencia o Ibagué. A Neiva, le permitiría distinguirse por algo diferente al monumento a La Gaitana o las fiestas del San Pedro (porque no tenemos nada más).
Pongamos atención: somos el cuarto país con mayor disponibilidad de agua continental del planeta, pero uno de los más inequitativos en su distribución y de los más atrasados en tratamiento.
El Estado debe elaborar una auténtica política pública y de acuerdo con ella, cumplir las tareas que el sentido común nos va demandando. En el agua está el futuro económico de Colombia si deseamos convertir nuestro territorio en despensa del mundo y área de generación de empleo de verdad, descongestionar las ciudades, distribuir la población y mejorar la calidad de vida. Y sobre el agua nacional giran muchos conflictos. Hay que actuar ya.
